‘Hemos descubierto que los osos polares son incapaces de prolongar significativamente su dependencia de la energía almacenada, lo que confirma su vulnerabilidad a las oportunidades de caza en situaciones de pérdida de hielo marino’, declara John Whiteman, estudiante de doctorado de la Universidad de Wyoming que dirigió el proyecto.
Este hecho aumenta la preocupación sobre el futuro de la especie, ya que el incremento de la pérdida de hielo representa una amenaza significativa para la supervivencia de estos carnívoros. Con el deshielo del verano, los territorios de caza de los osos disminuyen y deben desplazarse a tierra firme para buscar comida, donde es menos abundante.
Algunos científicos habían sugerido que estos osos compensaban la situación con un estado de baja energía denominado ‘hibernación sonámbula’ y que esta estrategia les ayudaba a sobrevivir a pesar de la pérdida de hábitat causada por el cambio climático. Sin embargo, este trabajo indica que en realidad gastan mucha energía en los meses calurosos.
Un seguimiento sin precedentes Los investigadores llegaron a esta conclusión mediante la captura de más de dos docenas de osos polares, la implantación de sensores de temperatura y el seguimiento de sus movimientos en tierra y sobre el hielo en el océano Ártico al norte de Alaska y Canadá, entre 2008 y 2010.
Este estudio sin precedentes estuvo logísticamente apoyado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) y financiado por la Fundación Nacional de Ciencia, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre, así como la Agencia de Protección Ambiental. Asimismo, requirió de la asistencia de numeroso personal, múltiples helicópteros y el despliegue al mar polar del rompehielos de la Guardia Costera de Estados Unidos.