Los obreros del país estan desplegando un océano de placas solares en un desierto del norte de India, prueba de los esfuerzos del gobierno para promover la producción de energía solar y demostrar su buena voluntad antes de la conferencia del clima de París.
La comunidad internacional no deja de presionar al país asiático para que reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero, de los que es el tercer emisor mundial.
Para demostrar su buena voluntad, el primer ministro indio Narendra Modi anunció que se van a multiplicar por cinco las capacidades de producción de energía solar. Pero al mismo tiempo el gobierno quiere duplicar la producción de carbón, de la que depende mucho la economía del país, que está creciendo en torno a un 7%.
Dentro de este plan, el estado de Rajastán se ha convertido, con sus llanuras áridas con sol todo el año, en el núcleo de esta política energética.