Doki se ha hecho un hueco en los corazones de miles de personas que han visto la desgarradora fotografía en que el perro, abatido, mira con tristeza y melancolía el cuerpo de su dueño tendido sobre el asfalto tras perecer en un accidente de coche en la ciudad chilena de Concepción.
La imagen de Doki conmocionó a los usuarios de redes sociales y su historia comenzó a compartirse hasta hacerse viral esta semana.
A raíz de la masiva repercusión que la fotografía estaba teniendo, la familia de Leonardo Valdés, el joven de 23 años fallecido por atropello, quiso compartir la historia entre Valdés y su perro.
Doki era un perro de la calle que encontró una oportunidad en la vida cuando conocido a Leonardo Valdés un día en que éste volvía a su ciudad natal para ayudar a su madre.
Cada día en que Valdés acudía a trabajar llevaba un poco de comida para dársela a Doki y éste le correspondía con su compañía.
Su amistad se fue forjando día a día y su vínculo fue estrechándose hasta el fatídico día en que un taxi-bus apagó la vida del joven mientras acudía a trabajar.
Según su familia, Doki no se separó del cuerpo de su dueño, por más que las autoridades encargadas de retirar el cadáver lo intentaran.
Lo mismo sucedió en el velatorio, donde explican que tuvieron que sacar al animal a la calle, aunque se resistía. Un caso más de la profunda lealtad que estos animales son capaces de profesar.