Los aparatos de aire acondicionado consumen electricidad y producen energía térmica. Gracias a su gran rendimiento, aprovechan la temperatura del ambiente para ofrecer más energía que la recibida: por cada kWh eléctrico precisado rinden de tres a cuatro kWh térmicos.
La UE considera esta aportación de energía, bajo ciertos requisitos, como renovable y en España se produce suficiente como para cubrir las necesidades de un millón de hogares. Ahora bien, aún no se incluye en las estadísticas.
Los aparatos de aire acondicionado son bombas de calor. Las bombas de calor transfieren la energía desde un foco frío a otro caliente o viceversa, es decir, convierten la energía térmica del entorno en calor útil. Este entorno puede ser la atmósfera, y se habla de aerotermia, el subsuelo (geotermia), o el agua, refiriéndose a la hidrotermia.
El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía acaba de publicar un estudio sobre las bombas de calor en España, que calcula en 11,9 millones, de las que 7,3 millones están en los hogares; disponen de ellas uno de cada tres. La inmensa mayoría son aparatos de aire acondicionado.