Hace dos décadas que Irán celebra cada año el Día del Guepardo. Autoridades políticas acompañadas de biólogos y conservacionistas visitan cada 6 de diciembre el Parque Pardisan de Teherán, donde viven en cautividad dos ejemplares, macho y hembra, del guepardo asiático, una subespecie del animal más rápido de la Tierra en alarmante peligro de extinción.
Hace años, el guepardo asiático vivía en varios países del continente, desde Arabia Saudí hasta la India, pero en la actualidad sólo quedan en el mundo unos 40 ejemplares y todos ellos viven en sólo siete provincias de Irán.
El científico y jefe de la ONG Sociedad Iraní del Guepardo, Morteza Eslami, explicó que desde 2001 se han llevado a cabo muchas acciones para proteger esta especie, pero su población no para de disminuir.
En el Parque Pardisan es el único lugar en todo el país donde viven dos ejemplares de este animal en cautividad. La reproducción del guepardo asiático en cautividad es muy difícil. La tasa de éxito es menor del 30%. Además, métodos como la inseminación artificial resultan menos efectivos en los guepardos que en otros felinos.
Para sensibilizar a la población, el guepardo asiático es la imagen de las camisetas del equipo de fútbol nacional de Irán y la aerolínea iraní Meraj tiene un dibujo de un guepardo en el fuselaje. Todos los esfuerzos están demorando la caída del felino, pero el riesgo de extinguirse del todo en unos años es alto.