Si todo sale según lo previsto, el 24 de enero la Unión Europea se comprometerá a reducir a la mitad todos sus residuos alimentarios antes del año 2030.
En Europa se desperdician 88 millones de toneladas de comida cada año. El equivalente a lo que necesitaríamos para alimentar 495 millones de personas, según los impulsores de la propuesta.
En 2012, el Parlamento Europeo ya pidió que se tomaran medidas para reducir el despilfarro de alimento a la mitad antes del año 2025. Según sus cálculos, en ese año se habían desperdiciado 179 kilos de alimentos por habitante y para 2020, si no se ponían medidas, esa cantidad crecería un 40%.
En verano del año pasado, el Parlamento Europeo se dio cuenta de que esa petición había servido para poco y, siguiendo el ejemplo de Francia, aprobó por una amplísima mayoría poner en marcha políticas ambiciosas y vinculantes para detener esta tendencia al desperdicio.
Sin lugar a dudas, la iniciativa que se está discutiendo es muy ambiciosa. Ha sido liderada por más de 42 organizaciones sociales, ha sido apoyada por casi 50 mil europeos y, si no hay cambio de última hora, se aprobará a finales de mes.