París ha vivido su propia pesadilla blanca. Una enorme nevada provocó un caos total en los transportes de la capital francesa.
Autobuses y tranvías dejaron de circular, lo que impidió regresar a sus casas a unas 1500 personas, que pasaron la noche en estaciones de tren, en aeropuertos y hasta en centros comerciales.
Por la tarde llegó a haber más de 700 kilómetros de atascos alrededor de París. En una de las carreteras, la N11, muchos conductores atrapados tuvieron que abandonar sus vehículos y buscar refugio en un gimnasio.
Se ha prohibido circular a los camiones. Y las autoridades han pedido a la población que evite los desplazamientos y no saque los coches a la calle. Aunque el tren tampoco parece ser la solución, pues se esperan retrasos y cancelaciones en toda la región y en buena parte de Francia durante este miércoles.
Además del caos, la nieve ha convertido París en una enorme postal blanca. En las redes sociales se multiplican las imágenes de la ciudad nevada.