La actividad del tiburón blanco aumenta drásticamente cuando los animales interactúan con los buzos sumergidos dentro de jaulas, asegura un nuevo estudio.
El ecoturismo, dentro del sector turismo, es una de las líneas de negocio que más rápido ha crecido en las últimas décadas. Empresas radicadas en Australia, Sudáfrica, Estados Unidos, México y Nueva Zelanda, ofrecen la oportunidad de nadar junto a tiburones blancos. Los buceadores, claro, permanecen dentro de jaulas para protegerse de estos grandes depredadores marinos.
Estudios previos han demostrado que el turismo de vida silvestre puede cambiar el comportamiento de las especies animales al alterar sus hábitats o patrones de alimentación. Sin embargo, no está claro cómo afectan estos cambios a la salud de los animales individuales o sus poblaciones.
El nuevo trabajo demuestra que los tiburones blancos son más activos y es probable que empleen más energía cuando interactúan con los usuarios de los operadores turísticos en comparación con otras situaciones (por ejemplo, cuando los operadores están ausentes), lo que plantea dudas sobre los cambios de comportamiento que este turismo puede estar causando.