El destino de los neumáticos usados es uno de los graves problemas ambientales. Los de la minería por ejemplo son enormes, pueden llegar a un diámetro de 4 metros y a más de 4.000 kg de peso por unidad.
La transformación de los neumáticos en desuso -los urbanos y los de la minería-, en materiales de construcción está más cerca en San Juan. Con todos los permisos en mano y los equipos de trituración que ya se están fabricando en Estados Unidos, la empresa de capitales argentinos INDRAM SA calcula que hacia fin de año ya empezará los trabajos de reciclado del caucho sanjuanino, cuyano y de la región del NOA.
El presidente de la firma, Sergio Spadone, vino ayer a la provincia a supervisar trámites y contó que la inversión superará los U$S 2,5 millones -unos $92,5 millones al cambio de ayer- para la construcción y puesta en marcha de la planta que se convertirá en la primera del país en reciclar el pasivo minero. Hasta ahora, existe en Buenos Aires una planta para neumáticos convencionales, pero ninguna para dar un tratamiento final a las grandes cubiertas mineras que actualmente se apilan en terrenos legalmente dispuestos para ello, al lado de las mineras. Spadone integra una sociedad con un socio local, Eduardo Ramos; y Leandro Bon, el conocedor del negocio ya que fundó y condujo por 8 años la planta de reciclaje de neumáticos de calle de Buenos Aires.
INDRAM resultó ganadora entre 30 proyectos del concurso publico que organizó la Secretaría de Ambiente el año pasado, y ocupará un lote de 3 hectáreas en el futuro Parque Industrial de Tecnología Ambiental Regional (PITAR) que alojará a industrias relacionadas con el tratamiento de basuras industriales (ver aparte) en Rivadavia, dentro del Complejo Ambiental San Juan. Allí se prevé construir una nave de 1.600 m2 techada y con oficinas, en dos partes: una primera etapa de 800 m2 que estará lista para operar hacia fines de este año y la restante, para fines del 2020. Tendrá dos tipos de gestión industrial. Por un lado, equipos de gran porte móviles (Centro de Tratamiento Primario) que irán a las minas para realizar los cortes de las grandes cubiertas mineras que quedarán reducidas a trozos como las de un camión, para ser trasladadas a la planta. Allí funcionarán los equipos de trituración y granulado (Centro de Tratamiento Secundario) de neumáticos de tamaño convencional, que contarán con una capacidad combinada de trituración y molienda de 15.000 toneladas por año. El producto final será caucho granulado con tamaños de 0.1 a 4 milímetros.
El caucho granulado es un producto muy demandado en la industria del césped sintético (se importan cada año unas 8.000 toneladas de Brasil) y también se utiliza como materia prima para la producción de pisos de goma, burletes, baberos de camión, conos de vialidad y lomos de burros, entre otros.
De acuerdo a la ley provincial 1.434 -la única del país que regula el tratamiento y la disposición final de cauchos en desuso- las mineras, municipios y empresas deberán darle una solución a esos pasivos contaminantes y por lo tanto, podrán contratar los servicios de esta planta de reciclaje. “”El que contamina, paga”, dice Spadone que es el espíritu que dio lugar a esta norma. Aún no sabe cuánto cobrará, pero calculan que será “mucho menos” del 5% del valor del neumático nuevo que se cobra en países como España.