Ciudad de Palm Beach Gardens, ubicada en el sur de Florida y con cerca de 50 mil habitantes, se encuentra en estado de alerta por la invasión de miles de sapos venenosos, que podría extenderse en los próximos días a otras zonas de la península.
Se trata de sapos comunes (de la especie bufo), que al sentirse en peligro emiten toxinas que pueden ser peligrosas para niños pequeños y mascotas, y causar irritaciones en adultos.
Un servicio antiplagas señaló que, “con el invierno cálido y la lluvia de estas dos o tres semanas, una lluvia torrencial, los sapos se han reproducido”. “No son seguros para mascotas o niños”, agregó Mark Holliday, del servicio Toad Busters, quien informó que “habrá otra oleada como ésta en 22 días, cuando la siguiente camada de huevos emerja”.