Botswana está investigando la misteriosa muerte de 56 elefantes en los últimos dos meses. Las autoridades han descartado la caza furtiva, ya que todos los cadáveres se encontraron intactos.
El Ministerio de Medio Ambiente, Conservación de Recursos Naturales y Turismo del país dice que 12 elefantes fueron encontrados muertos la semana pasada en aldeas en el meandro del Delta del Okavango. En marzo, 44 animales murieron.
El oficial de vida silvestre Dimakatso Ntsebe minimizó la posibilidad de que los granjeros envenenen a los elefantes, que tienden a comer y pisotear los cultivos.
Un agricultor local dice que es difícil saber la causa de la muerte, pero dice que los elefantes son una amenaza constante.
“Los agricultores tuvieron una buena cosecha este año, pero constantemente enfrentan problemas con los animales invasores”, dijo el agricultor. “Pero es una ocurrencia rara (envenenar a los elefantes). Podría ser otra cosa. Tendremos que esperar las investigaciones”.
El conservacionista local Ive Maps dice que los animales podrían haber muerto por causas naturales.
“También es posible que sea un fenómeno natural de la enfermedad del ántrax, que ocurre ocasionalmente en Botswana, especialmente después de una buena temporada de lluvias o una sequía severa. El envenenamiento no es algo común allí”, dijo Maps. “Creo que deberíamos esperar a que la patología descubra si esto es realmente un envenenamiento o un fenómeno natural del ántrax“.
Su compañero conservacionista Neil Fitt dice que si la causa de la muerte fue envenenamiento, otras especies también podrían estar muriendo.
“Me pregunto por qué no hemos escuchado informes de otras especies que también están muriendo“, dijo. “Si los elefantes comen el veneno, entonces seguramente significa que otras cosas lo comerán”.
Se ha instado al público a no consumir carne de cadáveres muertos.
Botswana tiene la mayor población de elefantes en África, con más de 130.000 ejemplares.
