Nicaragua: temen saqueo masivo de huevos de tortugas en las playas sin vigilancia

Mรกs leรญdas

El distanciamiento social ha pasado a formar parte de la rutina de Liessi Calero y Darling Delgado, mujeres guardaparques que protegen a las tortugas de Nicaragua: el รบnico paรญs de Centroamรฉrica que no ha declarado el estado de emergencia por COVID-19. En la playa de Brasilon, que es parte de el Refugio de Vida Silvestre La Flor, un รกrea de conservaciรณn marina ubicada en las aguas turquesas del Ocรฉano Pacรญfico cerca de la frontera con Costa Rica, Liessi y Darling patrullan desde hace aรฑos el lugar para impedir que los traficantes ataquen los nidos de tortuga para vender los huevos en mercados y restaurantes de las zonas costeras y de las ciudades.

Pero los patrullajes, que nunca antes se habรญan detenido, han sido suspendidos desde los รบltimos dรญas de semana santa. La pandemia del Covid-19 rompiรณ con una dรฉcada ininterrumpida de vigilancia realizada por este grupo de incansables guardaparques.

Liessi y Darling son parte de la organizaciรณnย Paso Pacรญfico, que gestiona proyectos para el cuidado de la biodiversidad en Mesoamรฉrica. El gobierno de Nicaragua no ha impuesto cuarentenas ni tampoco se han detenido oficialmente las actividades laborales y educativas. Sin embargo, Paso Pacรญfico decidiรณ suspender, desde marzo, sus trabajos. Primero se detuvieron los programas de educaciรณn ambiental para niรฑos y niรฑas, y despuรฉs se pararon los patrullajes y se cerraron los viveros para los huevos de tortuga. Como estos espacios son estrechos fue necesario abandonar esa labor para mantener la distancia preventiva y evitar los contagios por coronavirus.

ยฟQuiรฉn va a cuidar las playas y las tortugas?

โ€œEn el trabajo y en los hogares hemos adoptado el distanciamiento social y las medidas higiรฉnicas: desinfectamos las superficies con alcohol y nos lavamos las manos frecuentemente con jabรณn lรญquidoโ€, explica Darling Delgado, quien es guardaparque desde hace seis aรฑos. Con sus compaรฑeras ha empezado a coser mascarillas que distribuirรกn a las familias de su poblado, El Coco. Pero la preocupaciรณn de Darling y de las demรกs mujeres que patrullan las playas solitarias del Refugio la Flor es otra. โ€œAhora que pausamos el trabajo me da miedo que se vayan a perder los nidos de tortugas y que nuestros esfuerzos se puedan derrumbar. Nos sentimos muy tristes, ยฟQuiรฉn va a cuidar de las playas y de las tortugas?โ€, se pregunta Yajaira Vargas, otra guardaparque de 32 aรฑos.

Todas las especies de tortugas que llegan hasta estas playas estรกn en riesgo de extinciรณn: la paslama (Lepidochelys oliveacea), carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga verde (Chelonia mydas) y la Baula (Dermochelys coriacea), considerada posiblemente la especie de tortuga mรกs amenazada del mundo. Segรบn unaย investigaciรณnย publicada en marzo en la revista Nature, las Baulas del Ocรฉano Pacรญfico Oriental podrรญan desaparecer en menos de 60 aรฑos. La investigaciรณn calcula que seย  podrรญan salvar unos 200 ejemplares adultos y entre 7000 a 8000 crรญas con la disminuciรณn de la actividad pesquera y el cuidado de los nidos. Las amenazas que enfrentan las tortugas marinas van desdeย la pรฉrdida de hรกbitat y la pesca incidental, hasta la caza y el cambio climรกtico.

ยฟDe quรฉ depende la vuelta al trabajo de las guardaparques? De la evoluciรณn de la emergencia sanitaria, un factor que no considera lo apremiante del regreso de estas mujeres. El mes mรกs crรญtico es agosto, cuando las tortugas vuelven en masa a las playas donde nacieron para reproducirse hasta diciembre. Los robos se producen tambiรฉn durante el resto del aรฑo,ย  cuando solo pocos animales llegan a las playas para desovar y los traficantes se lanzan al agua para darles caza y robar sus huevos de los nidos.

โ€œEstamos preocupadas. Si en junio aรบn tenemos que tomar medidas de distanciamiento, no saldremos a las playas y no habrรก protecciรณn para las tortugas anidantes durante las arribadas masivasโ€, explica Sarah Otterstrom, directora de Paso Pacรญfico. Otterstrom asegura que con el trabajo de aรฑos, la organizaciรณn ha logrado llegar a una โ€˜treguaโ€™ con los โ€˜hueverosโ€™, como suelen llamar a los traficantes. โ€œEllos generalmente respetan la playaโ€, pero si no estรกn presentes las guardaparques, la experta reconoce que โ€œpodrรญan volver a un saqueo constanteโ€. Ademรกs agrega que a pesar de que han habido avances enย  educaciรณn ambiental y que el comercio y consumo de huevos estรก prohibido, โ€œla demanda por los huevos de tortuga continรบa y las necesidades econรณmicas estรกn en aumento por los impactos del COVID-19โ€.

Guardaparques en medio del conflicto

Desde abril 2018, Nicaragua atraviesa una รฉpoca de crisis y represiรณn conย 328 asesinatosย y alrededor de 100 mil desplazados que se han instalado principalmente en Costa Rica y Mรฉxico, segรบn datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Elย รบltimo รญndice de paz globalย (GPI), elaborado por el Instituto por la Economรญa y la Paz, advierte sobre el deterioro de las condiciones de vida en el paรญs por el uso excesivo de la fuerza y de la violencia por parte de funcionarios del gobierno. Aun asรญ, ni siquiera en medio del conflicto las actividades de conservaciรณn se habรญan detenido y las guardaparques habรญan continuado patrullando las playas a pesar de las dificultades generadas por la crisis polรญtica.

Arribo de tortugas en Refugio de Vida Silvestre La Flor-San Juan del Sur-Nicaragua. Foto: Paso Pacรญfico.

Una de esas dificultades es que Paso Pacรญfico, entre otras organizaciones locales dedicadas a la conservaciรณn, no han podido renovar sus permisos de investigaciรณn ambiental que otorga el Ministerio de los Recursos Naturales. La entrada en vigor delย decreto 20-2017ย solo le ha permitido a las organizaciones que tengan el respaldo de una universidad pรบblica para ejercer sus actividades de manera autorizada. Paso Pacรญfico, entre otras organizaciones, no han logrado tener aรบn el apoyo de ninguna universidad, lo que ha significado reducir las actividades de investigaciรณn cientรญfica y de conservaciรณn dentro de las รกreas protegidas, como es el caso del Refugio La Flor.

Por otro lado, la crisis polรญtica ya habรญa afectado el presupuesto anual del proyecto de conservaciรณn de tortugas en un 40 por ciento, sin embargo, Otterstrom estima que la situaciรณn puede empeorar aรบn mรกs. โ€œCuando el mundo se enfrente a los cambios econรณmicos provocados por el COVID-19, pensamos que probablemente haya una disminuciรณn en las donaciones para la conservaciรณn de la biodiversidadโ€.

Yajaira Vargas ha podido ver en las playas que recorre durante sus patrullajes los efectos de la crisis polรญtica. โ€œA raรญz del conflicto, la gente que se ha quedado sin trabajo ha ido extrayendo mรกs huevos para vender en los mercados y tambiรฉn para comer en sus hogaresโ€, cuenta.

A pocos kilรณmetros de la playa de Brasilon, que hasta antes del inicio de la pandemia era patrullada por las guardaparques Liessi Calero y Darling Delgado, se encuentra una de las siete playas mรกs importantes de anidaciรณn masiva en el mundo: La Flor. Durante la temporada de arribada, que empieza a finales de julio, pueden llegar a desovar a esta playa mรกs de 70.000 mil tortugas.

En agosto 2018, mientras las fuerzas de seguridad estaban movilizadas por el conflicto polรญtico, La Florย quedรณ desprotegidaย durante un mes. Los traficantes saquearon unos 2000 nidos y mataron a varias tortugas aunque aรบn no se ha podido cuantificar cuรกl fue la disminuciรณn de tortugas a raรญz de la crisis polรญtica. Actualmente el gobierno, a travรฉs del ejรฉrcito, se encuentra patrullando La Flor, sin embargo, una fuente cientรญfica que por seguridad prefiere permanecer anรณnima, ha explicado a Mongabay Latam que los saqueos podrรญan repetirse durante la crisis sanitaria si es que esta importante playa queda sin controles oficiales. De hecho, en abril ya se registraron hechos de violencia en La Flor cuando traficantes mataron a una tortuga para robarle los huevos y luego incendiaron parte de un bosque.

El รบnico paรญs centroamericano sin estado de emergencia

โ€œDespuรฉs de dos aรฑos de conflicto y ahora que la pandemia estรก llegando a Nicaragua, las guardaparques empiezan a sentirse abandonadas. Perciben que el paรญs no estรก tomando las medidas adecuadas como en otras partes del mundoโ€, seรฑalaย  Sarah Otterstrom. โ€œQuerรญamos hacer carteles para promover actividades de higiene y salud, pero las comunidades locales nos dijeron que no era posible porque el gobierno podrรญa detenernosโ€, agrega la experta.

En unaย nota de prensa, la organizaciรณn por la defensa de los derechos humanos Human RightS Watch seรฑalรณ que el gobierno de Daniel Ortega ha dado una respuesta temeraria ante la pandemia. A diferencia de los demรกs paรญses de la regiรณn, Nicaragua no ha declarado cuarentenas ni tampoco restricciรณn a los desplazamientos. Por lo contrario, a finales de marzo, el gobierno organizรณ unaย caminata masivaย llamada โ€œEl amor en tiempos de Coronavirusโ€, con el objetivo de โ€˜combatirโ€™ la pandemia. Especialistas sanitarios han criticado la estrategia del gobierno ante lo cual la vicepresidenta, Rosario Murillo, ha seรฑalado que quienes se oponen a ella son โ€œenfermos que buscan difamarโ€.

Hasta ahora en Nicaragua se han contabilizado oficialmenteย 1118 casos de contagio por covid-19 y 46 muertes. Sin embargo, profesionales de la salud miembros del Observatorio Ciudadano COVID-19, una plataforma que busca hacer llegar a la poblaciรณn informaciรณn sobre lo que ocurre en el paรญs, acusan que no se estรกn haciendo las pruebas necesarias. Segรบn sus conteos habrรญan mรกs de 4200 contagios y 980 muertes por neumonรญas sospechosas.

Sin medidas de distanciamiento social, los restaurantes siguen abiertos y muchos establecimientos promueven en las redes sociales sus menรบs que incluyen huevos de tortugas en ensaladas o como ingredientes de la sopa marinera.

Otterstrom advierte que con la crisis del COVID-19 ha quedado demostrado que no es posible separar la salud de las personas del cuidado del medioambiente. โ€œLa vida silvestre es portadora de virus que el cuerpo humano no conoceโ€, explica la cientรญfica por lo que โ€œel trรกfico de animales y la deforestaciรณn abren espacio al consumo de animales que pueden transmitir enfermedadesโ€. Por lo mismo, la experta enfatiza en que es necesario que los gobiernos prioricen la lucha contra el trรกfico y la conservaciรณn de la fauna para evitar que pandemias como la del COVID-19 se repitan.

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