El Parlamento danés aprobó este lunes un paquete climático para reducir en 3,4 millones de toneladas sus emisiones de CO2 que incluye construir dos islas artificiales “energéticas” y un compromiso para formular una tasa “verde”.
El plan sigue al acuerdo alcanzado a finales de año entre todos los partidos del Parlamento menos uno para aprobar una ley climática que busca reducir en un 70 % las emisiones de gases contaminantes en 2030 con respecto a los niveles de 1990, lo que equivale a recortar 19 millones de toneladas de CO2.
El Gobierno socialdemócrata, sus aliados de centroizquierda y casi toda la oposición se comprometen a concretar en los próximos presupuestos, que se negociarán en otoño, una tasa por emisiones de CO2, que deberá tener en cuenta “el desarrollo industrial sostenible y la competitividad” de las empresas.
El plan incluye destinar 800 millones de coronas danesas (107 millones de euros) anuales desde 2024 a captura y almacenamiento de CO2 y adelantar la construcción de un parque eólico marino en el estrecho del Kattegat que triplicará la capacidad total actual.
Subvenciones para electrificación y mejora de la efectividad energética y rebajas fiscales para el uso de energía limpia en calefacción son otros elementos incluidos en el acuerdo.
El ministro de Clima danés, Dan Jørgensen, aseguró que Dinamarca asume de nuevo el “liderazgo climático mundial” con el acuerdo, mientras varias organizaciones ecologistas criticaron que no se haya concretado la tasa verde.