Una de las claves para la conservación de cualquier especie de vida silvestre es preservar su hábitat natural. Sin embargo, cuando eso se convierte en una tarea cada vez más difícil debido a los cambios provocados por el hombre en esos entornos, lo mejor que se puede hacer es conservar esos hábitats alterados.
Ese es el hallazgo sorprendente de un nuevo estudio sobre el pangolín indio (Manis crassicaudata), una de las ocho especies de oso hormiguero escamoso considerado el mamífero más traficado en la tierra. El estudio publicado en Global Ecology and Conservation analiza los hábitos alimenticios de los pangolines indios en el suroeste de Sri Lanka. Los autores escriben que han descubierto datos sobre la dieta de la especie que puede aportar información muy útil para los programas de rescate y crianza en cautiverio de pangolines.
«Nuestro trabajo ha resaltado que, aunque hay un aumento en los programas de rescate en áreas donde hay muchos pangolines, ellos tuvieron un éxito limitado debido a la poca disponibilidad de literatura sobre su dieta, ecología y comportamiento», dijo Priyan Perera, coautor del Departamento de Silvicultura y Ciencias Ambientales en la Universidad de Sri Jayewardenepura y miembro del Grupo de Especialistas en Pangolín de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN (SSC).
«Hay una escasez de conocimiento que hemos tratado de reconciliar con una serie de estudios», indica.
Perera ha estudiado al pangolín indio desde 2013, identificando amenazas en evolución para esta criatura esquiva y En Peligro de extinción. En un estudio de 2017, Perera revisó el conocimiento existente, las amenazas y las prioridades de investigación, y en un estudio de seguimiento en 2018 analizó la preferencia de hábitat de los pangolines en el sur de Sri Lanka.
Este oso hormiguero prefiere termitas
Para este estudio, Perera y sus colegas estudiaron pangolines en los bosques de tierras bajas y los hábitats asociados de la Reserva Forestal de Yagirala. Ellos observaron cinco tipos de hábitats: bosques, plantaciones de caucho, granjas de canela, plantaciones de palma aceitera y huertos familiares dominados por té. Los bosques, como se esperaba, emergieron como el hábitat de alimentación más popular para los pangolines.
Eso es gracias a la actividad humana mínima y la mayor disponibilidad de la comida favorita del pangolín: termitas (las hormigas son las segundas en la lista, a pesar de que los pangolines se conocen comúnmente como osos hormigueros).
«La digestibilidad de las termitas parece ser mucho mayor en comparación con la de las hormigas y otros insectos que consumen los pangolines indios», escriben los investigadores. Concluyeron esto al comparar las cantidades de hormigas no digeridas y partes del cuerpo de termitas en la materia fecal de los pangolines.
Si bien la digestibilidad relativa de las termitas en comparación con las hormigas puede parecer un punto trivial, el hallazgo es significativo para las muchas organizaciones involucradas en el rescate, cuidado y cría de pangolines con fines de conservación, incluidos aquellos animales salvados del comercio ilegal de vida silvestre. Las dietas artificiales que tienden a ser usadas en zoológicos e instalaciones similares son bajas en alimentos naturales como termitas, hormigas y otros insectos, lo que dificulta la cría de pangolines en cautiverio.
«Los hallazgos de este estudio tienen implicancias importantes para la crianza en cautiverio y la cría de pangolines indios», escriben los investigadores. «La información revelada sobre la composición dietética de los pangolines indios será útil en la formulación de dietas para cautiverio».
Planificación para la conservación a largo plazo
Los hallazgos también son importantes para conservar a los pangolines en la naturaleza, o al menos, conservar los tipos de hábitats en los que prefieren forrajear. Según el estudio, después de los bosques, el siguiente hábitat donde los pangolines prefieren buscar alimentos son las plantaciones de caucho. A diferencia de las plantaciones de té manejadas estrictamente, las plantaciones de caucho acumulan una gruesa capa de hojarasca en el suelo, lo que proporciona un entorno ideal para las termitas de las que se alimentan los pangolines.
Sin embargo, los precios fluctuantes del mercado del caucho natural significan que muchas de estas plantaciones se están convirtiendo en plantaciones de palma aceitera más lucrativas, según el estudio, uno de los lugares de alimentación menos preferidos para los pangolines. Con un área de bosque natural cada vez más reducida— el hábitat ideal para la especie — las políticas de conservación deben incluir el mantenimiento de áreas de plantaciones de caucho y otros hábitats de forrajeo igualmente preferidos, sugieren los investigadores.
«El estudio resalta aún más la importancia de los hábitats modificados por humanos para la supervivencia de los pangolines indios en paisajes cambiantes», escriben. «Dichos hábitats deberían incluirse en la planificación de la conservación a largo plazo de los pangolines indios».
La caza para el consumo interno de carne ha sido durante mucho tiempo la principal amenaza para los pangolines de Sri Lanka, pero ahora el comercio internacional ilegal de escamas de pangolín para su uso en la medicina tradicional china es una nueva amenaza de rápido crecimiento.