Cuando pensamos en una aurora lo primero que nos viene a la cabeza probablemente sea una imagen del verdoso cielo polar en nuestra Tierra. Sin embargo, las auroras no tienen por qué ser exclusivas de la Tierra, las hay también en Júpiter por ejemplo. Nuevas imágenes y análisis de la NASA nos permite ver cómo de espectaculares pueden llegar a ser.
Diferentes naves espaciales y sondas están orbitando algunos de los planetas del Sistema Solar con el propósito de observarlos y entenderlos mejor. Una de esas sondas es Juno, que ya lleva un tiempo orbitando el planeta más grande de nuestro Sistema Solar, Júpiter. ¿Entre sus objetivos? Estudiar las misteriosas auroras que se forman en los polos del gigante gaseoso.
Auroras, pero en Júpiter
Recientemente la NASA ha compartido nuevos datos acerca de esas auroras, que han sido detectadas gracias al Espectrógrafo Ultravioleta (UVS) a bordo de Juno. Unas auroras “débiles” pero extremadamente grandes teniendo en cuenta el tamaño de Júpiter en comparación con la Tierra.
Según el análisis, se estima que las auroras que se generan en los polos de Júpiter se expanden a hasta siete kilómetros por segundo. Para ello van desecadenando una reacción en las partículas cargadas en la magnetosfera del planeta. ¿Razón? Es algo similar a lo que ocurre en la Tierra y también se parece estar dando en los polos del planeta como aquí.
Esta magnetosfera de algún modo u otro se cree que es la causante de las auroras al entrar en contacto con el viento solar. Esto es similar a la Tierra, la diferencia es que la magnetosfera de Júpiter puede ser hasta 20.000 veces más potente que la de la Tierra, desviando viento solar a una distancia de hasta 6 millones de kilómetros del planeta.
Sea como sea y a pesar de las décadas de observación que llevamos de Júpiter, aún no queda claro del todo cómo se forman las auroras de Júpiter. No está del todo claro qué papel desempeña el viento solar en este caso. También hay que tener en cuenta la considerable rotación de Júpiter, con días de apenas 10 horas es la más rápida de todo el Sistema Solar.
En resumen, se va a requerir de más investigación para entender bien cómo se forman las auroras de Júpiter y qué relación tienen con las de aquí en la Tierra. Afortunadamente tenemos a Juno ahí para ello, que ha extendido su misión hasta 2025 para estudiar esto y otros fenómenos del planeta más grande del Sistema Solar.