A medida que el cambio climático continĂşa provocando el incremento de la temperatura, aumentan las condiciones más secas y cambian los patrones de precipitaciĂłn, la adaptaciĂłn a las nuevas condiciones será fundamental para la supervivencia a largo plazo de la mayorĂa de las especies.
Recientemente, investigadores de la Universidad de New Hampshire, en los Estados Unidos, descubrieron que, para vivir en entornos más cálidos, más desérticos y existir sin agua, hay más de un mecanismo genético que permite que los animales se adapten.
Esto es clave no solo para su supervivencia, sino que también puede proporcionar una base biomédica importante para desarrollar terapias genéticas para tratar enfermedades humanas relacionadas con la deshidratación, como la enfermedad renal.
“Para hacer referencia a una frase familiar, nos dice que hay más de una forma de hornear un pastel”, dijo Jocelyn Colella, investigadora postdoctoral en BiologĂa Evolutiva. “En otras palabras, hay varias formas para que los animales se adapten a las condiciones del desierto y el descubrimiento de esta flexibilidad genĂ©tica ofrece un rayo de luz a todas las especies que se verán cada vez más obligadas a aclimatarse a entornos más cálidos y secos”.
En su estudio, publicado recientemente en el Journal of Heredity, los investigadores estadounidense compararon los mecanismos genĂ©ticos de tres especies de ratones que se encuentran en áreas cálidas y secas; los ratones cactus y de cañón, que se encuentran predominantemente en hábitats desĂ©rticos, y el ratĂłn ciervo de AmĂ©rica del Norte, que tambiĂ©n se puede encontrar en climas más frĂos y hĂşmedos del norte de los Estados Unidos.
A partir de esto, los investigadores plantearon la hipĂłtesis de que genes similares en cada especie serĂan fundamentales para sobrevivir en entornos desĂ©rticos. Lo que encontraron fue que cada especie usaba un mecanismo diferente, es decir, diferentes genes y funciones que permiten la misma adaptaciĂłn. Una especie se adaptĂł a travĂ©s de cambios genĂ©ticos mutacionales a lo largo del tiempo y otra usĂł cambios en la expresiĂłn gĂ©nica que pueden ocurrir más rápidamente y pueden ser la ruta evolutiva más eficiente.
“Estábamos entusiasmados con los hallazgos porque si nuestra investigaciĂłn solo hubiera encontrado un gen que fuera crĂtico para adaptarse a condiciones más cálidas y secas, sugerirĂa que serĂa un desafĂo para otros animales responder al cambio climático, pero nuestro trabajo dice que hay mĂşltiples opciones evolutivas que permiten la supervivencia en el desierto“, agregĂł Colella.
Asimismo, estos hallazgos tambiĂ©n podrĂan proporcionar informaciĂłn fundamental para la investigaciĂłn biomĂ©dica en el desarrollo de terapias genĂ©ticas para la enfermedad renal humana.
“Debido a que los ratones son fisiológicamente similares a los humanos, este tipo de trabajo evolutivo ofrece importantes primeros pasos para identificar y comprender los genes que controlan rasgos complejos como la deshidratación, que pueden comprometer los riñones humanos y causar daños irreparables de por vida”, agregó Matthew D MacManes, uno de los investigadores que participó del estudio.