El incendio del parque nacional de Yosemite, en el norte de California, Estados Unidos, que se mantiene activo desde el jueves, ha alcanzado proporciones históricas este lunes por la mañana, y ha arrasado 58.000 hectáreas, que equivalen al tamaño de la ciudad de Chicago, a pesar de que 3.400 bomberos intentan controlarlo.
Se teme que el incendio, que ha sido contenido en un 7 por ciento, se propague al noreste y al este y se están realizando esfuerzos para intentar bloquear las llamas dentro del parque de Yosemite, según CNN.
‘El parque es nuestro tesoro nacional’, ha declarado la portavoz del Servicio Forestal de Estados Unidos, Vickie Wright, que ha añadido que ‘no importa lo que cueste, porque se hará todo lo que se pueda para proteger el parque’.
Aunque el fuego ha consumido al menos 4.800 hectáreas en la zona noroeste del parque, no ha tenido un impacto directo en el valle de Yosemite, una zona muy popular entre los turistas por albergar acantilados y cascadas.
El avance del incendio forestal ha obligado a ampliar el estado de emergencia en San Francisco debido al cambio de la dirección y fuerza del viento, que podrían dejar atrapados a los bomberos, según las autoridades forestales.
El incendio ha obligado hasta el momento la evacuación de 2.250 viviendas y ha destruido once viviendas, doce construcciones y cuatro locales comerciales.
La escasa humedad en la región y una vegetación extremadamente seca, sumado a fuertes ráfagas de viento, que llevan las llamas hacia zonas de difícil acceso por los bomberos, son condiciones favorables para la expansión del incendio.