Greenpeace Argentina emitió un comunicado en el cual informa que los activistas argentinos y toda la tripulación del rompehielos de Greenpeace Arctic Sunrise “permanecen bajo la custodia de las autoridades rusas desde hace más de 24 horas”, cuando fueron abordados mientras protestaban contra la exploración petrolera en el Artico.
La ONG también señala que el Consulado Argentino en Moscú pidió información al Gobierno ruso acerca de la situación de los activistas detenidos y “pudo confirmar que el barco de Greenpeace está siendo remolcado al puerto de Murmansk. La fecha de arribo estimada es el próximo lunes”. Además, afirma el comunicado, la Cancillería argentina, a través de la Dirección de Argentinos en el Exterior, estuvo en contacto desde un primer momento con directivos de Greenpeace en Argentina y Rusia, y con los familiares de los dos argentinos detenidos.
“La seguridad de los activistas sigue siendo nuestra prioridad. No han hecho nada para merecer este nivel de agresión, nuestros reclamos han sido siempre totalmente pacíficos. En nuestra última conversación telefónica con el barco, quedó claro que la tripulación mantiene su espíritu intacto y sabe que cuentan con el apoyo de miles de personas que están con ellos para oponerse a los peligros de la extracción de petróleo en el Ártico”, declaró Mauro Fernández, de Greenpeace en Argentina.
Greenpeace Internacional no ha recibido aún ninguna confirmación oficial de los posibles cargos.
Los activistas argentinos detenidos son Camila Speziale, de 21 años, estudiante de fotografía y voluntaria de Greenpeace desde hace 4 años. El otro argentino detenido es Hernán Pérez, de la oficina de Greenpeace Internacional.
“La verdadera amenaza para el Ártico ruso no viene de la tripulación del Arctic Sunrise, sino de Gazprom, socia de Shell y una de las compañías petroleras que está poniendo en riesgo el Artico y el clima del planeta”, finalizó Fernández.
En tanto, la agencia de noticias DPA informó este mediodía que la guardia costera de Rusia comunicó hoy que los activistas de Greenpeace “pueden ser acusados de terrorismo”. “A los detenidos a bordo del barco se les acusará posiblemente de ‘terrorismo’ porque en un bote que fue bajado del barco se encontró un objeto que parecía una bomba”, afirmó la portavoz la guardia costera, Lilia Moroz, a la emisora de radio Echo Moskvy.
Los miembros de la tripulación del barco, que navega bajo bandera holandesa, también podrían ser acusados de haber violado la zona económica exclusiva en la frontera de Rusia, dijo Moroz.
“Nuestros colegas son retenidos contra su voluntad en aguas internacionales por la guardia costera. Eso es violencia arbitraria”, denunció a DPA el vocero de Greenpeace, Christoph von Lieven.
Sin embargo, Moroz afirmó que el barco se encontraba en la zona de bloqueo, de unos 500 metros de ancho, rechazando así la declaración de Greenpeace en la que asegura que se encontraba en aguas neutrales.
Según el servicio secreto ruso FSB, el capitán del barco ignoró las órdenes de detenerse. El servicio secreto dijo que se está preparando material para entregar a las autoridades responsables de la investigación. El capitán se negó a firmar el protocolo de registro del barco, según las fuentes rusas.
Clarín