Desde el año 2000, cada 22 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Diversidad Biológica, una fecha establecida por Naciones Unidas (ONU) para promover la importancia de la educación y la conciencia pública sobre el cuidado de los recursos naturales. La alarmante desaparición de especies y ecosistemas que se registra a nivel global por el avance de la actividad humana obligan a revisar las prácticas y definir nuevas estrategias para el futuro.
En el Bosque Atlántico, una de las zonas más biodiversas del mundo y que se extiende por parte de la provincia de Misiones, investigadoras e investigadores del CONICET realizan estudios para aportar a la toma de decisiones que permitan el cuidado de este valioso ambiente. Uno de los trabajos más recientes logró identificar cuáles son los fragmentos que deben priorizarse para contribuir a la conservación de los mamíferos de esta región.
El estudio, que fue desarrollado por un equipo del Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM), se publicó en la revista Biological Conservation e incluye un mapa que muestra los remanentes de bosque que deben ser conservados para mantener la conectividad y disponibilidad del hábitat de cinco especies de mamíferos. En la investigación se advierte que la mayoría de los fragmentos detectados como de alta prioridad no están protegidos legalmente.
Aunque Misiones cuenta con extensas áreas protegidas por parques nacionales y provinciales, existen otros fragmentos de ecorregiones como el Bosque Atlántico y la Selva Paranaense que albergan altos niveles de biodiversidad pero que no están incluidos en esos espacios. Estos remanentes se encuentran desconectados y están inmersos entre áreas productivas como chacras y plantaciones forestales, pero aun así, representan una gran oportunidad de conectividad y desplazamiento de los animales.
Para determinar las áreas prioritarias, uno de los criterios que se utilizan en conservación consiste en enfocarse en los requerimientos de las especies más sensibles, que podrían correr riesgo de extinción si las amenazas se acentúan. En este caso, el estudio estuvo centrado carnívoros y herbívoros de distintos tamaños, con el objetivo de representar el amplio espectro de los mamíferos terrestres: el tapir (Tapirus terrestris); la comadreja de orejas negras (Didelphis aurita); el agutí (Dasyprocta azarae); la corzuela colorada (Mazama americana) y el ocelote (Leopardus pardalis).
“Nuestra investigación consideró como requerimientos de las especies a dos características principales. Una de ellas es la disponibilidad de hábitat, es decir la cantidad y el tamaño de las áreas de bosque que están en buen estado de conservación. Además, también analizamos la conectividad, que consiste en ver cuán conectados están los remanentes y la posibilidad de los animales de moverse entre ellos”, explica María Eugenia Iezzi, becaria postdoctoral del CONICET en el IBS y primera autora del estudio.
El equipo de investigación desarrolló un mapa en el que determinó cuáles son las áreas prioritarias para la conservación. Se identificaron y caracterizaron todos los fragmentos de bosque del norte de la provincia de Misiones que tienen más de 4 hectáreas, de acuerdo a su tamaño y según la probabilidad de ocurrencia de cada especie basada en modelos que utilizaron registros de cámaras-trampa.
Además, se caracterizaron los ambientes que rodean a los fragmentos de bosque y se estimó la probabilidad de que cada especie pueda movilizarse por ellos, según se trate de una ciudad, un lago o distintos cultivos, como plantaciones de pinos, yerba mate, maíz o mandioca. También se estimó la distancia entre los fragmentos. Con estas estimaciones, se elaboró el mapa y se establecieron categorías de prioridad para la conservación.
“Nuestro objetivo es lograr que este mapa pueda ser tenido en cuenta para la toma de decisiones, tanto por parte de organismos del estado para la creación de nuevas áreas protegidas, como por las empresas que operan en Misiones y por los propietarios de tierras. Necesitamos avanzar en la concientización sobre la importancia de mantener y proteger los remanentes de bosque dentro de sus propiedades. Las empresas también pueden beneficiarse con estas estrategias de priorización obteniendo certificaciones internacionales por promover paisajes de producción sostenible. También es importante reducir la caza furtiva en los parches prioritarios, ya que encontramos que tiene efectos negativos en varias de las especies de mamíferos estudiadas”, concluye Iezzi.