El investigador del Conicet Ignacio Rintoul, se refirió a la presencia de hormigas argentinas en Europa. Si bien llegaron a ese continente hace 150 años, en la actualidad lograron conformar el “organismo depredador más grande del mundo” con 6.000 km de largo.
Respecto a esta sorprendente presencia del insecto en Europa detalló que ya se encontraban allá hace 150 años aproximadamente. “Algún barco que salió de Argentina, Sudamérica, se llevó algunas pasajeras e hicieron su primera conquista en las Islas Canarias”, expresó el académico.
Una vez que llegaron a ese lugar las hormigas argentinas desplazaron a las locales y luego pasaron a estar en la Península Ibérica, al sur de España. Tras ese desplazamiento, se fueron extendiendo hacia la Costa Atlántica, donde queda Portugal, y la Costa Mediterránea, abarcando hasta lo que hoy se conoce como el norte de Italia.
El investigador dio a conocer una particularidad y una semejanza con los ciudadanos argentinos muy interesante: “Cada colonia de hormigas que viven en Argentina luchan entre sí por los recursos y el espacio”.
Esta pelea hace que las colonias se vayan regulando mutuamente, que se dé un equilibrio biológico. Sin embargo, estas mismas hormigas en Europa, por un motivo que todavía los científicos desconocen, son cooperativas. Todos los hormigueros de la especie argentina que se asentaron en el viejo continente se reconocen como si fueran del mismo hormiguero.
“Ese hormiguero, que va desde Galicia (España) hasta Italia, bordeando todo lo que es la Costa Atlántica y Mediterránea se considera el mismo organismo, o sea básicamente ese hormiguero es el organismo depredador más grande del mundo, 6.000 km de largo tiene“.
El investigador del Conicet informó que hay casi 200 variedades de hormigas en Europa y ninguna especie de esas puede competir ante “semejante ejército invasor de hormigas argentinas”.
Respecto a este reconocimiento que tienen las hormigas argentinas, Rintoul reveló que en un mismo hormiguero pueden convivir varias reinas, algo considerado “raro” dentro del mundo de estos insectos. Si bien esto mismo también ocurre en Argentina, “la genética de las reinas de la colonia de enfrente ya tienen una variedad genética un poquito distinta”.
Por tal motivo, las integrantes de una colonia saben que son de la misma especie pero no las reconocen como propias.
El entrevistado contó que esta fascinante especie es colorada, muy chica, omnívora, no es exigente en los lugares para habitar y les sienta bien el clima templado.
La fuerte presencia de las hormigas argentinas en Europa pone en jaque la biodiversidad y existencia de las especies locales. “Al día de hoy hay poco o nada de herramientas biológicas o artificiales que las puedan combatir”, dijo Ignacio Rintoul.
“Año a año si bien las hormigas van extendiendo sus territorios unos pocos metros, 20 o 50 metros por año en el mejor de los casos, con el tiempo se van metiendo adentro del continente”, informó el investigador.
Al momento de hablar de la presencia de especies argentinas en el otros países, el académico reveló que en España hay una invasión de cotorras, ya que comenzó a ser importada como mascota. Mientras que a Argentina llegan “permanentemente” animales del exterior. “En la gran mayoría de los casos esos animales ni encuentran un clima propicio o se topan con que su nicho ecológico ya está ocupado, por cual tienen depredadores y compiten por la comida con los nativos”, dijo el investigador.