Las púas del coendú solo se erizan cuando se enfrentan a una amenaza o un depredador. De hecho, estas púas son en realidad pelos modificados y endurecidos, por lo que también responden a los mecanismos de la piloerección.
El coendú o mejor conocido como puercoespín americano, es un tipo de roedor que se caracteriza por presentar espinas que recubren su cuerpo. Contrario a lo que podría parecer, la mayoría de estos animales son excelentes trepadores e incluso tienen una cola prensil para mejorar su agarre.
El término “coendú” es utilizado para referirse a las especies que pertenecen al género Coendou. Este es uno de los pocos taxones actuales en los que se agrupan a los denominados puercoespines del nuevo mundo. Sigue leyendo este espacio y descubre todo lo que tienes que saber acerca del coendú.
Distribución y hábitat
De manera tradicional, se considera que gran parte de las especies de coendú actuales se distribuyen por el sur de América. Sin embargo, gracias a la reclasificación taxonómica del grupo, en la actualidad se podría decir que existe al menos una especie en el centro y el sur del continente americano.
Estos animales habitan diferentes bosques de México, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Argentina, Bolivia y Uruguay. A pesar de su apariencia, estos puercoespines tienen hábitos arbóreos, por lo que pasan la mayor parte de su vida sobre los árboles.
Características físicas del coendú
Al igual que otros puercoespines, el coendú se caracteriza por presentar varias espinas alargadas en su dorso. Asimismo, debido a que son varias especies las que se conocen con este nombre, sus tamaños varían desde 45 hasta 86 centímetros de largo, con pesos máximos de hasta 16 kilogramos.
El cuerpo de estos curiosos animales está armado con unas filosas garras que le ayudan a defenderse y a tener un mejor agarre sobre los árboles. De hecho, sus dedos se han reducido a 4 en cada pie, pues esto le da mejor estabilidad al desplazarse sobre las ramas.
Además, los coendúes son conocidos por presentar una cola prensil que les ayuda a escalar los árboles. Sin embargo, la reciente reclasificación del grupo también ha añadido algunos ejemplares que presentan una cola corta. Por esta razón, es complejo establecer similitudes entre todas las especies cuando en un inicio eran consideradas diferentes.
Especies de coendú
En la actualidad, existen alrededor de 16 especies descritas dentro del género Coendou. Algunas de ellas son las siguientes:
- Coendú bicolor (Coendou bicolor): presente en Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia y el norte de Argentina.
- Puercoespín enano rayado (Coendou ichillus): nativa de Ecuador, aunque también existen reportes de la especie en Colombia y Perú.
- Coendú grande o puercoespín arborícola (Coendou prehensilis): vive en los bosques del sur de México, Argentina y Uruguay.
- Puercoespín andino (Coendou quichua): se le encuentra en los Andes de Ecuador y en la cordillera oriental de Colombia.
- Puercoespín de cola corta (Coendou rufescens): endémico de Colombia.
Comportamiento
Por lo regular, los puercoespines del nuevo mundo son nocturnos y tienden a vivir solos o en parejas. No obstante, durante invierno, algunas especies optan por agruparse para intentar mantener el calor y sobrevivir. Asimismo, aunque son animales con hábitos arbóreos, también suelen frecuentar las zonas rocosas o arbustivas de su hábitat.
Alimentación del coendú
La dieta del coendú se basa de manera principal en el consumo de materia vegetal (herbívoros). Sin embargo, esto no los limita, pues suelen comer semillas, raíces, hojas, frutos, pastos, flores, nueces, insectos e incluso algunos pequeños reptiles. Gracias a esto, se adaptan muy bien a las condiciones de su ambiente.
Es más, debido a que algunos campos de cultivo se encuentran cerca de la zona de distribución de los coendúes, también se les ha visto robar comida de las plantaciones. Por ello, en algunos casos se les percibe como especies plaga que afectan la producción agrícola.
Como te puedes dar cuenta, el coendú es un curioso animal que resguarda varias curiosidades sobre su biología. Aparte de su apariencia peculiar, es un integrante fundamental en el ecosistema. No obstante, se carece de mucha información sobre su historia natural y sus poblaciones, lo que complica bastante el detectar los riesgos que enfrenta este grupo.
