El proyecto, “Eco-Jabones” de la Escuela N° 213 “Manuel Belgrano” de San Carlos Centro, provincia de Santa Fe, resultó el ganador nacional de la 3era Edición del Premio Fundaciones Grupo Petersen (FGP) a la Innovación Educativa, al ser elegido entre los 10 ganadores regionales y se hizo acreedor de 2 millones de pesos para la puesta en marcha de su propuesta, que tiene por objetivo la reducción de la alta contaminación y el impacto ambiental producido en tierra y agua durante la eliminación del aceite de cocina usado.
El Premio FGP a la Innovación Educativa, creado en 2020, entregó este año 11 millones de pesos en premios. El programa está dirigido a escuelas Secundarias de Gestión Estatal y Gestión Privada de las Provincias de San Juan, Santa Fe, Entre Ríos, Santa Cruz y de la Ciudad de Buenos Aires, y tiene por objetivo contribuir a la formación de docentes en estrategias de aprendizaje activo que lleven a sus estudiantes a involucrarse participativamente en el proceso educativo, adquiriendo capacidades que promuevan, por medio de una competencia de impacto social, proyectos innovadores orientados a la Sustentabilidad.
Este año las escuelas presentaron un total de 115 proyectos (de ciclo básico y ciclo superior) a nivel nacional, y realizaron a través del exclusivo Campus Educativo Virtual FGP, una formación de 5 meses en ABP (Aprendizaje basado en proyectos), Tecnología y Matemática orientada a Proyectos, con foco en el desarrollo de propuestas innovadoras y sustentables.
Sobre el proyecto ganador
El proyecto aborda una problemática vinculada a la gestión de residuos y apunta a concientizar a la comunidad sobre la alta contaminación que ocasionan los desechos de aceite en la tierra y el agua. “Si bien algunos residuos orgánicos pueden descartarse de forma hogareña (mediante compostaje), hay otros, como el aceite, que son altamente contaminantes si se los desecha de forma doméstica, solo un litro de aceite utilizado puede llegar a contaminar cerca de 40.000 litros de agua” mencionan los estudiantes en la descripción de su proyecto. A nivel medioambiental la liberación de aceites y grasas al medio acuático aportan contaminantes que se difunden por la superficie reduciendo la oxigenación del agua y su calidad físico-química, lo que pone en riesgo a las especies presentes en el agua.
La propuesta de la escuela sancarlina apunta a una utilización adecuada y segura frente al desecho de este producto. Para ello se dispondrá en la institución, de un “punto verde” accesible a toda la comunidad sancarlina, para la recolección y almacenamiento de aceite usado y la posterior reutilización del mismo a través de la manufactura de jabones y detergentes sólidos, realizados mediante un proceso químico denominado saponificación en el cual los triglicéridos (las moléculas que componen las grasas) reaccionan con un compuesto alcalino de pH alto, como la soda cáustica (Hidróxido de sodio: NaOH), dando como resultado la formación de jabón y glicerina. Los jabones y detergentes producidos por la institución, mediante la reutilización del aceite, serán empaquetados con biomateriales, es decir materiales a base de productos orgánicos.
En síntesis, el proyecto ganador:
-Reduce el impacto ambiental en fuentes de agua (ríos, lagos, napas).
-Minimiza costos de tratamiento de aguas.
-Involucra a la comunidad.
-Propone una difusión de la información y concientización de buenas prácticas.
-Fomenta el desarrollo profesional y técnico sobre micro emprendimientos.
-Favorece la economía circular beneficiando a la comunidad local.
-Brinda un producto sustentable y sostenible.
-Genera conciencia de gestión de los residuos.
El Jurado de expertos encargado de evaluar los proyectos presentados, estuvo integrado por Adrián Moscovich (Contador Público, Fundador FiGE), Claudia Agnelli (Arquitecta, Directora Centro Ambiental Anchipurac, San Juan), Rebeca Anijovichn (Profesora en Cs. de la Educación, Magíster en Formación de formadores UBA), Diego Golombek (Doctor en Biología UBA, Investigador superior del CONICET ), Iñaki Maztequi (Consultor en Gestión Ambiental BIKOnsulting – Argentina), y Ramiro Nasta (Master en Políticas Educativas de la Universidad Di Tella, Coordinador ambiental BCSD Australia).
El acto de premiación nacional se llevó a cabo el 7 de diciembre de manera virtual, y contó con la participación de los representantes de los 10 proyectos ganadores regionales, y demás escuelas que cursaron la formación.
El ganador de la instancia nacional obtuvo 1 millón de pesos adicional al millón recibido en la instancia precedente. El resto de los proyectos que resultaron seleccionados en las instancias regionales y recibieron 1 millón de pesos fueron:
Provincia de San Juan
“Renovando Aires…” (Ciclo Básico) – Escuela de Nivel Medio de Niquivil, Jáchal- Niquivil.
“Producción de Ecoladrillos” (Ciclo Superior) – Escuela Nivel Medio Pampa Vieja, Pampa Vieja- Jáchal.
Provincia de Santa Fe
“Tapitas al horno” (Ciclo Básico) – EETP N° 475 “Ing. Francisco Zimmermann”, San Jorge.
Provincia de Entre Ríos
“Hilos que Tejen Oportunidades” (Ciclo Básico) – “Escuela Normal Superior “Dr. Luis César Ingold”, Villa Elisa.
“Ecofibra para nutrición de gallinas ponedoras” (Ciclo Superior) – Escuela Agrotécnica N° 150 “El limonar”, Colonia La Argentina Federación.
Provincia de Santa Cruz
“Transformando la basura” (Ciclo Básico) – Colegio Provincial de Educación Secundaria Rural Itinerante N° 35, Tellier.
“Reutilizando el agua del Glaciar Perito Moreno”(Ciclo Superior) – Centro Educativo “Joven Labrador”, El Calafate.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
“De basura a residuos, procesos de resignificación” (Ciclo Básico) – Escuela Secundaria Técnica UBA.
“Detectando Microorganismos en Agua” (Ciclo Superior) – ET N° 3 “María Sanchez de Thompson”.
El programa entregó en total 11 millones de pesos para la concreción de los proyectos. Las premiaciones regionales se formalizaron de manera presencial, en cada una de las 5 provincias, en el marco de Ferias de proyectos Innovadores en Sustentabilidad. Las ferias se constituyeron como un novedoso espacio de aprendizaje e intercambio entre pares, con el objetivo de fomentar el espíritu crítico y la curiosidad de la comunidad educativa, haciendo posible la exposición de experiencias y la visibilización de proyectos. Durante las jornadas se realizaron actividades lúdicas, recorridas por los stands, y entregas de kits de robótica a cada una de las escuelas presentes.