El desafío de los glacires advirtió la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay manifestó en el Foro Internacional de Astaná que “la paz mundial también dependerá del agua”.
Dijo, que el deshielo de los glaciares se lleva por delante ecosistemas enteros y aumenta considerablemente el riesgo de catástrofes naturales, al tiempo que “amenaza con privar a una gran parte de la población mundial de sus medios de subsistencia”.
“Este problema exige una mayor cooperación regional e internacional”, reclamó.
La UNESCO recuerda que un estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de noviembre de 2022 revelaba que los glaciares de un tercio de los sitios del patrimonio mundial corren el riesgo de desaparecer de aquí a 2050 en el escenario actual de emisiones de CO2.
No obstante, señalaba que lograr cumplir el límite del aumento de la temperatura global a 1,5ºC como plantea el Acuerdo del Clima de París permitiría salvar los glaciares de los dos tercios restantes.
Hasta la fecha, los glaciares de Asia Central han perdido entre un 20 y un 30% de su volumen en los últimos cincuenta años, según la UICN y por ello la UNESCO ha decidido intensificar sus acciones en la región.
Programa para la protección de glaciares
En concreto, a finales de 2021 la UNESCO lanzó un nuevo programa científico regional, financiado con más de 6 millones de dólares por el Fondo de Adaptación, para cartografiar los glaciares de la región.
De ahora al 2025 quiere establecer un sistema de alerta y preparación ante los riesgos asociados con el deshielo de los glaciares para Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
La UNESCO ha anunciado que, con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, duplicará esta inversión a partir del verano boreal de 2023, para acometer un proyecto para mejorar el conocimiento profundo de la criosfera de Asia central.
“La cooperación científica y la ciencia abierta son esenciales para responder a la crisis del agua”, destacó Audrey Azoulay durante una visita a los glaciares Adygene y Golubin, en Kirguistán.