El estudio, coordinado por el doctor Xavier Santos, del Centro de Investigación de biodiversidad y Recursos Genéticos de la Universidad do Porto, es de una gran trascendencia ya que se compara al mismo tiempo, y por primera vez, la respuesta al fuego de comunidades de diversas especies de animales tales como tornillos, arañas, cucarachas, hormigas, saltamontes, chinches, pájaros y reptiles.
A su vez, el trabajo ha permitido identificar qué grupos soportan mejor los efectos del fuego y qué grupos son más sensibles a los cambios en el hábitat y la vegetación que se producen después de un incendio. El estudio también ha permitido analizar los rasgos característicos que ayudan a las especies a aguantar mejor este fenómeno, como sería el tipo de dieta y su movilidad.
Para llevar a cabo el estudio los científicos han hecho un seguimiento de 4606 individuos de 274 especies de animales.
Así, entre otros aspectos, el estudio demuestra que las especies omnívoras, las que comen de todo, son más resilientes a los efectos de los incendios, probablemente porque pueden adaptar su dieta a los pocos recursos que quedan disponibles tras las llamas.
Por otro lado, el estudio también ha podido comprobar que las especies que han variado más su composición antes y después del incendio son las de mayor movilidad, como los pájaros, que huyen a otras zonas no quemadas, y los de menor movilidad, como los caracoles, que no encuentran recovecos y mueren calcinados.