Crean una plataforma que combina estaciones de reciclaje autónomas y una aplicación móvil, donde los usuarios pueden cambiar sus residuos por monedas digitales. Estas, a su vez, pueden ser canjeadas por dinero, criptomonedas y otros incentivos.
Paralelamente, las marcas y empresas también la pueden utilizar para lograr exposición e interactuar con sus públicos en espacios de alto tránsito. Recuperar los residuos que producen y justificar su compromiso socio-ambiental con datos reales.
Beland, es una startup sostenible que busca poner en valor el impacto ambiental, social y económico que tienen nuestros residuos, a fines de incentivar a millones de individuos y organizaciones a cuidar la vida en nuestro planeta.
“No se trata de estigmatizar el consumo de plástico en sí, el cual nos ha
permitido satisfacer necesidades y avanzar tecnológicamente, sino en
replantearnos ese modelo de consumo y reconocer el valor que tienen
nuestros residuos en términos económicos, ambientales y sociales” dice
Diego Vargas, founder y CEO de la empresa.
“Pensando en una alternativa que realmente nos permita recuperar la mayor cantidad de botellas, nos propusimos facilitar al máximo la tarea de separar y disponer correctamente nuestros residuos y lograr que nuestros usuarios dejen de ver sus restos como basura” cuenta Vargas.
¿Qué es reciclaje social y por qué Beland es una plataforma que entra en esta categoría?
El reciclaje social implica iniciativas que combinan la preservación del medio ambiente con el apoyo a comunidades. En el caso de Beland, todo el material que recuperan es donado a cooperativas que se dedican a la clasificación de residuos para su posterior reciclaje. Estas cooperativas buscan asegurar que las personas que las conforman tengan una fuente de ingreso y condiciones de trabajo dignas todos los meses.
De acuerdo al CEO, las botellas de plástico y las estaciones de reciclaje son ”solo el principio”. Su objetivo a mediano y largo plazo es poder retirar todo tipo de materiales, tales como residuos electrónicos, envases de plástico, aluminio o residuos textiles ”directamente de las casas de los usuarios y donar el 100% de estos residuos a cooperativas locales”.