El zoológico de Barcelona reformará las instalaciones de los delfines con la construcción de cuatro piscinas nuevas.
Las obras empezarán a mediados de 2015 y durarán 20 meses. El nuevo espacio, que se estrenará en 2017 y que será siete veces más grande que el actual, ya no permitirá las exhibiciones con estos animales, según ha avanzado la teniente de alcalde de Economía Sònia Recasens, presidenta del Zoo.
El cambio quiere terminar con la contradicción que supone prohibir espectáculos con animales en los circos y al mismo tiempo ofrecer exhibiciones con delfines.La nueva estructura ya no tendrá gradas, como la actual, y el único espectáculo que se ofrecerá a los visitantes serán ‘los cuidados de los animales y su manejo’, según Recasens.
‘Consideramos que será la principal novedad en las próximas décadas en el zoo’, ha señalado Recasens, que ha explicado que se ha decidido ‘un cambio de orientación’ respecto a la primera decisión del gobierno municipal, que era construir y gestionar el nuevo delfinario en el marco de una colaboración público-privada.
Los grandes perjudicados por la mejora de las instalaciones de los seis delfines que viven en el zoo de Barcelona serán los leones marinos, que perderán espacio y durante las obras, probablemente tendrán que abandonar el zoo.
El País