La presencia de microplásticos en el medio natural ya es de dominio público. Científicos de todo el mundo se han lanzado a buscar todo tipo de estrategias de mitigación, desde formas de degradar estos productos con eficacia, hasta el desarrollo de materiales alternativos que reduzcan estos residuos. Pero conocer la problemática implica analizar la cantidad de microplásticos presentes en los distintos entornos —están ya en el agua, en el hielo, en la atmósfera, en plantas, animales e incluso en nuestros fluidos corporales, como la sangre o la leche materna— y, por supuesto, evaluar también la eficiencia de la eliminación de estos contaminantes en las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Es en este sentido donde un grupo de investigación de la Universidad Técnica de Cartagena, liderado por Javier Bayo, ha realizado un gran avance, publicado recientemente en la prestigiosa revista Water Research.
El éxito de la eliminación de microplásticos en España
Los microplásticos se definen como pequeñas partículas de plástico inferiores a 5 milímetros, claramente contaminantes y casi omnipresentes, que amenazan la salud de los ecosistemas. La necesidad de comprender cuál es la contribución relativa de las plantas de tratamiento de aguas residuales a la presencia de microplásticos en el entorno circundante resulta fundamental para comprender los riesgos para la salud ecológica y aplicar medidas para reducir su presencia.
El trabajo publicado por Bayo y sus colaboradores presenta una evaluación cuantitativa de la concentración y tipos de microplásticos liberados por cuatro plantas de tratamiento en el sudeste de España. Durante un período de cuatro años, analizaron más de 1200 litros de aguas residuales y aislaron 3215 micropartículas.
El método principal de separación utilizado fue la extracción de densidad con una solución salina de cloruro sódico, un enfoque simple y confiable a utilizar de forma sistemática independientemente del volumen de la muestra. La solución presenta una concentración fija, lo que le confiere una densidad específica, y permite que los microplásticos se separen y floten en la superficie. Esta técnica posibilita la extracción de las partículas de plástico de las muestras de agua y facilita su posterior análisis.
Según los resultados del estudio, este método de extracción demostró ser efectivo, y los ciclos repetidos de extracción no afectaron significativamente a los resultados obtenidos. La elección de métodos de extracción eficientes es crucial para garantizar la precisión en la caracterización de la presencia de microplásticos en las muestras de aguas residuales.
La eficiencia de eliminación de microplásticos
Los resultados del estudio revelaron que las cuatro plantas de tratamiento lograron eficiencias entre el 64,3 % y el 89,2 % en la eliminación de microplásticos después de las fases de tratamiento primaria, secundaria y terciaria. Se considera fase primaria al separado físico, mediante sedimentación o filtración, de materia sólida en suspensión; la secundaria es la remoción de contaminantes a través de procesos biológicos; y la terciaria es la eliminación de los residuos o la neutralización de microorganismos que puedan quedar, a través de procesos químicos.
En el periodo de investigación, se observó que la abundancia de microplásticos era siempre mayor en las muestras de aguas residuales recogidas en otoño, en comparación con otras estaciones, y con partículas más pequeñas. Para los investigadores, las causas son varias y no son excluyentes entre sí. Por un lado, las precipitaciones otoñales en la región objeto de estudio tienden a ser las más intensas, y las lluvias podrían contribuir al lavado de microplásticos depositados en el suelo o en los tejados, y que terminen en el sistema de alcantarillado. También es posible un cambio de hábitos de la población en cuanto al uso de plásticos, al finalizar el verano y comenzar el curso lectivo.
Podrían concurrir otras causas sociales, ambientales o en el tratamiento del agua que no se estén teniendo en cuenta. En todo caso, los autores destacan la necesidad de estudios más detallados para comprender completamente las causas subyacentes de esta variación estacional en la abundancia de microplásticos.
Sobre la eficacia, se considera aceptable un mínimo del 64 %, aunque los autores no hacen valoración cualitativa al respecto. La evaluación de la eficacia depende de diversos factores, como la ubicación geográfica o las características específicas de las plantas de tratamiento, y la interpretación de su calidad será mejor o peor en función de los estándares establecidos por la regulación ambiental y las metas de gestión de residuos.
Pero si hay algo que ofrece este trabajo, es una contribución excelente a la comprensión del impacto ambiental de los vertidos urbanos, que se suma al cuerpo de conocimientos sobre la gestión de microplásticos en entornos acuáticos. Este estudio ofrece, más específicamente, una visión detallada de la problemática de los microplásticos en el sudeste de España, y destaca la importancia de la investigación científica en la búsqueda de soluciones para mitigar el impacto de estos contaminantes en nuestros ecosistemas.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!