Dos días después de que a Teresa Romero la internaran en una sala aislada por haberse contagiado de Ébola, su marido fue apartado en otra sala en el mismo hospital en forma preventiva. Desde su habitación, el hombre expresó que iba a iniciar acciones legales por el maltrato que sufrió su mujer.
‘Me preocupa cómo vamos a adaptarnos los dos a nuestra nueva vida’, expresó el hombre, quien aseguró sentirse aliviado cuando se enteró de los dos resultados negativos de Ébola que le dieron en los últimos días a Teresa.’Es la mejor noticia que oí en mi vida’, señaló en díalogo con el diario El País.
Asimismo, contó que en las últimas la mujer se enteró que los médicos y autoridades españolas decidieron sacrificar a su perro por la enfermedad. ‘Le dí la triste noticia de su perro. Se pregunta todo el tiempo para qué lo mataron si no tenía la culpa de nada’, manifestó el hombre.
El marido de la paciente más famosa de España espera, un piso más abajo,su propia alta médica. Tiene un teléfono celular por el que se informa de lo que ocurre en el mundo y, según contó la vocera de la familia , no quiere conectarse a la red wifi del hospital por miedo a que le rastreen las páginas. Tampoco abre las persianas de su habitación y teme la vuelta a la realidad.