La llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. podría estar afectando las inversiones sustentables en Latinoamérica, en un contexto de creciente incertidumbre política y económica. Aunque el mercado internacional reconoce la importancia de estos proyectos para combatir el cambio climático, los inversores serán más cautelosos a la hora de destinar capital a empresas de protección y regeneración ambiental, advierten analistas.
La descarbonización y la conservación, claves para la región, podrían ser impactadas por la reducción de flujos de inversión. “Trump es más afín a los combustibles fósiles que a las energías limpias, lo que ha restado atractivo a la inversión sustentable”, explica Esteban Polidura, de Julius Baer.
En el ámbito gubernamental, los principales países de la región emitirán deuda para cubrir déficits fiscales, pero sin prioridad en la agenda verde. Además, Trump, quien volvió a retirar a EE.UU. UU. del Acuerdo de París, concentrará su política en comercio y migración, dejando el cambio climático en un segundo plano.
A nivel corporativo, la volatilidad del mercado limitará nuevas estrategias sostenibles. “Las empresas serán más cautas para emitir deuda o hasta que la incertidumbre política se disipe”, señala un análisis de América Futura.
Energía limpia en retroceso
A pesar del crecimiento de la infraestructura de energías renovables en la región, este sector enfrenta una caída de expectativas. Esto se debe a que el índice de empresas de energía limpia bajó un 20% en el último año, reflejando el giro hacia combustibles fósiles en países desarrollados y la creciente demanda energética de la inteligencia artificial.
Sin embargo, la baja en los precios podría generar oportunidades para inversores con visión a largo plazo en sectores como el ahorro de agua y la energía descarbonizada.
Un mercado en evolución
La postura republicana contra la responsabilidad social empresarial ha afectado las estrategias de inversión sostenible, según Mirova Global Sustainable Equity. No obstante, la firma prevé un futuro dinámico para este mercado, impulsado por la madurez de los inversores y la creciente necesidad de soluciones climáticas.
“El mercado de bonos verdes seguirá creciendo, con bancos y empresas industriales emitiendo al menos un 60% del volumen en 2025”, proyecta Bertrand Rocher, analista de Mirova. Pese a la incertidumbre política, la crisis ambiental sigue siendo un desafío ineludible para inversores, empresas y gobiernos.
¿Qué implica el Acuerdo de París?
El Acuerdo de París es un tratado internacional que busca limitar el calentamiento global y adaptarse a sus efectos. Fue adoptado en 2015 y entró en vigor en 2016.
El acuerdo establece que los países deben reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible. El objetivo es que el aumento de la temperatura global no supere los 1,5°C en comparación con los niveles preindustriales.
El Acuerdo de París tiene los siguientes objetivos:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
- Adaptarse a los efectos del cambio climático
- Ayudar a los países en desarrollo a adaptarse y mitigar el cambio climático
- Crear un marco de transparencia para informar sobre los objetivos climáticos de los países
El acuerdo se basa en la utilización de la ciencia disponible para así lograr una transformación económica y social amigable con el planeta.
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