El tortugo Jorge es actualmente uno de los animales más emblemáticos de Mendoza. Tras 40 años en cautiverio, hoy está a punto de regresar al mar abierto.
Permaneció 38 años en el acuario municipal de la Ciudad de Mendoza y dos en un centro de rehabilitación en Mar del Plata. Según informó la institución, la próxima semana será liberado en su hábitat natural.
Finalmente, el tortugo Jorge regresará al mar
Jorge vivió en el exacuario municipal de Mendoza, actualmente reconvertido en un Centro de Conservación para la Biodiversidad.
Con el paso del tiempo, la legislación y la conciencia sobre el bienestar animal evolucionaron, lo que llevó a las autoridades a replantear el mantenimiento de animales silvestres en cautiverio.
Hace dos años lo trasladaron a un Centro de Rehabilitación de Fauna Marina de la ciudad bonaerense para transitar su reinserción paulatina y progresiva a la vida natural, informaron hoy fuentes municipales.

Para entonces, su edad estimada era de 70 años y su peso de 99 kilos. El traslado se realizó en un contenedor acondicionado con una base de colchón húmedo, y durante el vuelo, dos veterinarios monitorearon su estado para garantizar su bienestar.
En su nuevo hogar, Jorge pasó de un tanque de 20.000 litros a un entorno de 120.000 litros con agua de mar natural.
La rehabilitación se desarrolló en distintas etapas: primero, una cuarentena para adaptarse a las nuevas condiciones; luego, una pileta intermedia y, posteriormente, una pileta profunda donde fortaleció su musculatura. La fase final se llevó a cabo en una laguna marina artificial, ubicada junto al mar, donde se evaluaron sus habilidades en grandes áreas.
Finalmente, en octubre de 2024, los especialistas confirmaron un hito crucial en su rehabilitación. Jorge había aprendido a cazar su propio alimento y convivir con otros animales marinos, lo que indicaba que estaba listo para volver a su hábitat natural.
Si bien inicialmente se proyectaba su liberación para 2026, los avances en su rehabilitación permitieron adelantar el proceso.
Qué falta para la liberación
El tortugo Jorge, que alguna vez fue el centro de atención en Mendoza, está listo para iniciar una nueva vida en su verdadero hogar.
Cómo llegó a Mendoza
En el verano de 1984, un grupo de pescadores rescató a una tortuga marina gigante en Bahía Blanca. El ejemplar, identificado como un macho de la especie Caretta caretta (también conocida como tortuga boba o cabezona), estaba herido y casi congelado.

En ese entonces, la opción más viable fue trasladarlo a una institución donde pudiera recibir atención y permanecer en cautiverio.
En su momento, tenía aproximadamente 30 años y un peso de 40 kilos. El hogar se definió que sería el acuario de Mendoza porque contaba con las instalaciones adecuadas.
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