Un nuevo censo genético realizado por el Instituto Rumano de Investigación Forestal reveló que la población de osos pardos en el país podría alcanzar los 13.000 ejemplares, una cifra significativamente mayor a los 8.000 que se habían estimado previamente. El conteo, basado en más de 24.000 muestras biológicas recolectadas entre 2022 y 2024 en 25 comarcas de los Cárpatos, marca un cambio respecto a métodos anteriores que se basaban en huellas.
Sin embargo, expertos como Cristian Papp, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cuestionan la fiabilidad del estudio debido a la larga duración del período de recolección, que difiere de los estándares habituales para censos genéticos, los cuales se suelen realizar en lapsos mucho más breves. Ancuta Fedorca, portavoz del instituto, justificó el retraso señalando la enorme cantidad de muestras analizadas y los recursos limitados disponibles para el proceso.
La polémica se intensifica con las declaraciones del ministro de Medio Ambiente, Mircea Fechet, quien afirmó que solicitará a la Comisión Europea la retirada del estatus de protección del oso pardo. Según el ministro, la población óptima sería de unos 4.000 ejemplares y sostuvo que es necesaria una mayor intervención para evitar conflictos entre humanos y fauna salvaje.
Grupos ambientalistas denunciaron la creciente permisividad del gobierno con la caza de osos. En 2023, el cupo autorizado fue de 426 ejemplares, pese a las restricciones impuestas por la Unión Europea. La tensión entre conservación y control poblacional continúa creciendo en un país que alberga la mayor población de osos pardos del continente.
La población de osos pardos es un problema para las autoridades rumanas
Rumania, que alberga la mayor población de osos de Europa fuera de Rusia, con unos 8.000 ejemplares, enfrenta problemas de convivencia con estos animales. Ante el aumento de incidentes, el gobierno rumano autorizó recientemente el sacrificio de 500 osos, decisión que, al igual que en Eslovaquia, fue fuertemente cuestionada por grupos ambientalistas.
El conflicto entre la protección de la fauna y la seguridad de las comunidades sigue generando debate en Europa, mientras los gobiernos buscan soluciones que equilibren ambas prioridades.
Fuente: Euronews.