Un joven llamado Nick vio por primera vez a Emerson en una publicación de la Fundación North Florida, refugio en donde se encontraba el cachorro. Nick sintió empatía con el perrito dado que él también era sordo.
Lo adoptó y le enseñó el lenguaje de señas: la ‘S’ dibujada con los dedos y una línea recta era la indicación para acostarse.
‘El vínculo que tenemos es impresionante, nos entendemos muy bien. Me gusta pensar que esto estaba destinado a ser. Él es especial’, sintetizó Nick.