Mientras muchas especies sociales sufren cuando se separan de sus congéneres, hay animales perfectamente adaptados a vivir en soledad. Para estas especies, la independencia es tan efectiva como las conexiones sociales estrechas.
Aunque el aislamiento puede generar estrés en algunos, otros prosperan en soledad, mostrando que hay múltiples estrategias exitosas en la naturaleza.
La vida solitaria no es un caso aislado, incluso entre mamíferos altamente sociales: se estima que el 22% de las especies investigadas son mayoritariamente solitarias.
Tanto machos como hembras suelen pasar su tiempo buscando alimento y descansando de forma individual.
Ejemplos de adaptación a la vida en soledad
Los topos ciegos que habitan en regiones del sur de Europa y Medio Oriente representan un caso extremo de aislamiento. Estos animales muestran signos de estrés severo al estar cerca de otros, incluso si hay barreras físicas entre ellos.
Algunos topos pueden llegar a morir por el nivel de ansiedad que experimentan cuando están en proximidad con otros individuos. Tras abandonar el túnel parental, viven su vida adulta completamente solos.
Por otro lado, algunas especies solitarias buscan compañía bajo circunstancias específicas. Las ratas Bush-Karoo, por ejemplo, cooperan ocasionalmente con sus parientes para compartir recursos o construir refugios durante periodos de alta demanda. Este comportamiento destaca que incluso los animales solitarios pueden adaptarse y colaborar si es necesario.
Un ejemplo sorprendente ocurre con los pulpos. Aunque fueron considerados durante mucho tiempo como criaturas radicalmente solitarias, investigaciones recientes descubrieron que, en ciertas condiciones, forman comunidades.
En la bahía de Jervis, Australia, hasta 16 pulpos oscuros han establecido una especie de colonia, apodada “ciudad pulpo”. Aquí los animales desarrollan comportamientos sociales, incluyendo competiciones entre machos y expulsión de rivales.
Lecciones de los solitarios del reino animal
A pesar de su independencia, muchos animales solitarios no son completamente antisociales. Por ejemplo, las tortugas patas rojas, aunque suelen buscar alimento de manera individual, observan y aprenden estrategias alimenticias al observar a sus pares. Este tipo de aprendizaje social, que se pensaba exclusivo de animales gregarios, demuestra la complejidad del comportamiento de los solitarios.
El estudio de estas especies también tiene implicaciones para los humanos. Investigadores analizan cómo el aislamiento afecta el cerebro de las ratas topo, lo que podría ayudar a comprender los efectos del aislamiento social en las personas.
Asimismo, los “solitarios sociales” en el mundo animal nos enseñan que la vida independiente puede ser tan valiosa y efectiva como una en comunidad.

10 especies que prefieren la vida en soledad
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por su sigla en ingles) ha identificado una lista de animales que destacan por su estilo de vida independiente. Estas criaturas han desarrollado estrategias únicas para sobrevivir y prosperar en soledad, mostrando que el aislamiento es una táctica tan efectiva como la vida en comunidad.
Tortugas marinas: las tortugas marinas atraviesan grandes distancias en busca de alimento. Aunque interactúan brevemente durante el apareamiento o anidación, estas interacciones son fugaces. Incluso las crías, al nacer, se embarcan en su propia travesía, distanciándose del grupo.
Ornitorrincos: nativos del este de Australia y la isla de Tasmania, los ornitorrincos pasan sus días buscando comida, como crustáceos y plantas, en solitario. Solo buscan compañía de su especie para reproducirse.
Ballenas azules: las majestuosas ballenas azules recorren los vastos océanos en aislamiento. Su peculiar sistema de comunicación, mediante potentes sonidos, les permite conectarse con otras a largas distancias, especialmente durante las temporadas de reproducción.
Pandas gigantes: los pandas gigantes prefieren la soledad. Su agudo sentido del olfato les ayuda a detectar a otros de su especie para evitar encuentros no deseados, o bien para buscar pareja en época de reproducción.
Leopardos de las nieves: elusivos y silenciosos, estos felinos cazan de manera independiente y son más activos durante las horas en que otros animales descansan.
Jaguares: reservados por naturaleza, los jaguares solo interactúan con otros de su especie durante el apareamiento. En este periodo, pueden llegar a copular hasta 100 veces al día.
Orangutanes: los orangutanes de Indonesia y Malasia pasan la mayor parte de su tiempo en las copas de los árboles, donde buscan alimento y evitan el contacto social. Sin embargo, dependen de sus madres durante los primeros meses de vida.
Osos polares: este magnífico depredador del Ártico mantiene un estilo de vida completamente solitario, reuniéndose con otros osos únicamente durante el apareamiento, que dura solo una semana.
*Con información de BBC News Mundo
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!