El turismo es uno de las grandes apoyos económicos que tienen los países porque enriquecen su economía. En otras ocasiones, supone una desventaja por el deterioro ambiental que conlleva. Esta es la situación que está viviendo la isla de Komodo en Indonesia.
La isla indonesa es uno de los destinos elegidos por los turistas por sus playas, paisajes, y su gran atractivo, los dragones de Komodo. Recibe alrededor de 10.000 visitantes al mes, según los últimos datos de 2018. Dentro de la isla se encuentra el Parque Nacional donde habitan los lagartos más grandes del mundo.
La UNESCO afirma que en la isla viven más de 5.000 ejemplares en libertad, y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza los considera una ‘especie vulnerable’.
Pero a partir de enero de 2020, los visitantes no van a poder seguir disfrutando de la isla porque las autoridades de Indonesia han decidido cerrar la isla a los turistas. Esta decisión llega después de que las autoridades detuvieran a 9 hombres que robaron 41 dragones para después venderlos por 30.000 euros.