En las próximas ocho semanas un amplio sector de la Cordillera, en la Patagonia argentina, espera una invasión de ratas.
Las autoridades de Chile y de la Argentina han implementado un importante plan de contención que implica el monitoreo constante y el uso de trampas, zanjas y hasta de búhos, capaces de engullir miles de roedores anualmente, para contener su población.
La invasión se dará porque se produce al mismo tiempo que la floración masiva de la caña colihue, una especie de bambú que crece en toda la región húmeda y cuya semilla sirve de alimento natural.
El ratón colilargo es la especie transmisora del virus hanta que a fines del 2018 dejó un saldo de 14 muertos y más de 30 contagios en la zona de Epuyén, Chubut. Sin embargo, no se han detectado contagios que coincidan con la floración y la consecuente ratada, explican informes históricos.