Apareció un esturión atlántico en Estados Unidos

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Algunas semanas atrás, apareció en la isla de Assateague, entre los estados de Maryland y Virginia (Estados Unidos), un esturión atlántico, animal que habita la Tierra desde la era de los dinosaurios.

El animal fue descubierto por el fotógrafo de peces Allen Sklar, que compartió una foto en sus redes sociales. La especie, en peligro de extinción, puede ser hallada en el océano Atlántico desde Canadá hasta Florida. Sin embargo, el nacimiento y los primeros momentos de vida de estos animales son en ríos de agua dulce y recién emprenden su ruta hacia el mar cuando envejecen, explicaron desde la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, sus siglas en inglés). Estos peces pueden vivir hasta 60 años, superar los 4 metros de longitud y pesar cerca de 400 kilogramos. El encontrado en esta oportunidad medía casi un metro.

Los esturiones pertenecen a la familia Acipenseridae y existen desde hace millones de años, precisamente desde el Cretácico, por lo que son una de las especies de peces más antiguas del mundo. Son considerados “fósiles vivientes” dado que la especie no sufrió cambios con el correr del tiempo y permanecen prácticamente iguales que hace millones de años, indicó un estudio de la Universidad de Michigan. Es por ello que se dice que parecen criaturas prehistóricas.

La NOAA alertó, sin embargo, que la especie se encuentra en peligro de extinción dado que la pesca, la presencia de barcos y la degradación de su hábitat natural, junto con obras propias del hombre como represas, amenazan su vida en el ecosistema. Tras el hallazgo del animal, Sklar difundió una imagen en sus redes sociales y bromeó, ya que años atrás ya había fotografiado a otro de estos animales en esas playas. “Parece que estoy en un rollo de pescado”, escribió junto a la foto.

Según informó Assatague Island National Seashore en su perfil de Facebook, el fotógrafo se topó por primera vez con el pez en 2016. También compartió una serie de datos curiosos sobre la especie como que, durante la guerra civil estadounidense, un soldado “se rompió la pierna por un esturión de tres metros que saltó de su bote mientras remaba a través del Potomac en Georgetown”. Dijo, por otro lado, que “cerca de Jamestown, los adolescentes de la tribu Powhatan tenían que montar el lomo de un esturión como parte del paso a la edad adulta”.

Esta especie cuenta con una ventaja para los científicos que estudian sus partes tras ser hallados y es que raramente sus restos son devorados por gaviotas hambrientas. Esto se debe a que en lugar de poseer escamas cuentan con cinco filas de placas óseas adheridas a su piel qué, a su vez, están recubiertas de pequeñas escamas dentadas.

De esta manera, las placas óseas -llamadas escudos- actúan como armadura sobre el pez y lo protegen de los pájaros. Muchos consumen la carne de los esturiones aunque suelen ser más famosos por sus huevas: el caviar.

Su desove aún tiene lugar en cerca de 22 de los 38 ríos en Estados Unidos y Canadá, donde históricamente se registraba esta actividad. De hecho, al presente, la mayor población de esturiones se encuentra en el río St. John en Canadá, donde se calcula que entre 2013 y 2015 habitaron unos 18.000 a 21.000 ejemplares, según datos de la NOAA.

A continuación, el río York en Virgina registró la presencia de la especie aunque en menor cantidad: cerca de 75 adultos se acercaron a desovar en 2013. Desde entonces, los registros anuales se mantuvieron aún más abajo, con cifras de entre 52 y 219 por año, con una población adulta total de, aproximadamente, 300.

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