La primera vez que Capitán se sentó junto a la tumba de su dueño en el cementerio de Carlos Paz, los vecinos pensaron que era una despedida de la mascota a su amo. Pero 10 años más tarde el perro sigue montando guardia junto a la sepultura.
Capitán ya tiene 15 años, es un perro ‘anciano’ y aunque intentaron encontrarle un nuevo hogar, él prefirió quedarse junto a su humano a pesar de que, en teoría, ni siquiera debería saber que el hombre murió.
‘No tenemos idea cómo encontró la tumba porque su dueño no murió en Carlos Paz, sino en Córdoba. De ahí fue trasladado a la villa para el velatorio y de ahí directamente al cementerio’, explicó Héctor Bacegas, ex empleado del cementerio.