En Borneo y Sumatra, en el sudeste asiático, más del 80% del hábitat natural en el que habitan los orangutanes se ha perdido debido a la expansión agrícola para producir aceite de palma.
La población de orangutanes salvajes también se redujo drásticamente, lo que llevó a considerarse al orangután de Sumatra en grave peligro de extinción.
La situación se agravó debido al aumento mundial de la demanda de aceite de palma, tras publicitarse los ‘efectos milagrosos’ de este producto en un programa de televisión muy popular que se emite en casi 190 países.
La Alianza para la Superviviencia de los Grandes Simios (GRASP), una entidad que cuenta con el apoyo de Naciones Unidas, trabaja para salvar a los orangutanes, gorilas y chimpancés.