Nuestra especie experimenta un fenómeno muy peculiar que no comparten ni los primates, nuestros parientes más cercanos. Las hembras humanas en un determinado momento de sus vidas, alrededor de los 50 años, pierden la capacidad de tener descendencia pero, sin embargo, sus vidas se prolongan muchos años más. En cambio, las hembras primates siguen teniendo capacidad reproductiva hasta poco antes de su muerte.
A parte de los humanos otras especies también experimentan este proceso biológico extraño. Hasta ahora se creía que tan solo tres especies de mamíferos experimentaban la menopausia, a parte de los humanos, las orcas (Orcinus orca) y los calderones o ballenas piloto (Globicephala). Ahora la lista se ha ampliado hasta llegar a cinco después de descubrir que las ballenas beluga (Delphinapterus leucas) y las narvales (Monodon monoceros) también viven este proceso.
Excepto el ser humano, la lista está formada por odontoceli, un suborden de los cetáceos que tiene dientes, y las cuatro especies son: la ballena beluga, la narval, la orca y el calderón, indica el estudio publicado en Scientific Reports.
Los científicos siempre se han preguntado por qué la evolución de unas pocas especies ha llevado a que sus hembras tengan la menopausia. Los firmantes del estudio, de la universidad británica de Exeter, la canadiense de York y el estadounidense Centro de investigación de ballenas, sugieren que la menopausia ha evolucionado de manera independiente en tres de las especies de cetáceos, mientras que en las beluga y las narval puede derivar de un ancestro común.