Ciudad de Buenos Aires: descubrieron qué mató a los peces en el lago del Rosedal de Palermo

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El misterio por la gran cantidad de peces muertos en el lago del Rosedal llegó a su fin. El Gobierno porteño dio a conocer los resultados de los análisis del agua y sobre los sábalos afectados, y concluyó que se debió a una combinación de factores: hubo una proliferación de algas que producen toxinas y un descenso de los niveles de oxígeno en el agua.

 
La sorpresa llegó el miércoles pasado, cuando vecinos y turistas se encontraron con una gran cantidad de peces de gran tamaño muertos en el lago del Rosedal, en el Parque Tres de Febrero.
 
La única especie afectada fue el sábalo, un pez que se alimenta de sedimentos. De allí que en un primer momento hubo algunas especulaciones sobre que algún contaminante los hubiera afectado. Ese mismo día, las autoridades se inclinaron por explicar el fenómeno debido a la ola de calor que afectaba a la Ciudad.
 
Personal del Ministerio de Ambiente y Espacio Público removió los ejemplares afectados y tomó muestras del agua del estanque. El laboratorio de la Agencia de Protección Ambiental fue el encargado de procesar las muestras obtenidas y llevar a cabo las necropsias a los peces muertos.
 
Según explicó en un comunicado el Gobierno porteño, los análisis físico-químicos dieron valores normales para este tipo de lagos artificiales, es decir que no encontraron contaminantes externos. Pero se destacó que la temperatura del agua promedió los 30º.
 
Lo que sí apareció en los muestreos fueron algas cianófitas, que pueden generar toxinas. Desde el Gobierno concluyeron que “las altas temperaturas ambientales ocurridas en días anteriores, pueden haber favorecido el desarrollo de algas productoras de toxinas que, sumada a menores niveles de oxígeno disuelto, pueden haber resultado causales de la gran mortandad de peces ocurrida”.
 

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