La capital de Colombia va a gastar US$39,2 millones para sacar de circulación las carretas de tracción a caballo y compensar a 2.890 carreteros.
Viajan docenas de kilómetros por día, entre carros, buses y motocicletas, gastando las herraduras de los caballos, las que deben ser cambiadas semanalmente.
Según el censo de la Secretaría Distrital de Movilidad, hay un total de 2.890 carreteros en Bogotá, de los cuales un 53% recolecta materiales reciclables.
Sin embargo, a partir de septiembre de 2013, con la implementación del Plan Integral Alternativo y Sustituto (PIAS), los caballos ya no formarán parte del paisaje bogotano.
Más de una década después de que fuera aprobado el Código Nacional de Tránsito de 2002, el cual prohíbe las carretas tiradas por caballos en las zonas urbanas de Bogotá, la ley comenzará a ser aplicada por las autoridades.
La ley contempla tres argumentos en contra de los carreteros: el maltrato animal, los problemas de tráfico y la estética de la ciudad.
El PIAS ofrece tres opciones para remplazar las carretas tiradas por caballos: un vehículo motorizado con capacidad de carga de 750 kg; asistencia para desarrollar un plan de negocios o para abrir una franquicia; y, en el caso de las personas de edad avanzada o con problemas físicos, fondos para comprar o renovar su casa.
Los caballos serán examinados y recibirán cuidado veterinario y dental. Cuando sea necesario, serán operados y en caso de sufrir anemia infecciosa equina se les aplicará la eutanasia.
Después de recibir tratamiento, estos caballos serán dados en adopción.