Con la gente en cuarentena, los animales ganan las calles

Mรกs leรญdas

A medida que los residentes de ciudades enteras se recluyen en sus casas por la pandemia de coronavirus, nuevos paseantes toman las calles vacรญas de ciudades en las que su presencia habrรญa sido impensable hace sรณlo unas semanas.

Se trata de distintas especies de animales que habitan la periferia de estos grandes nรบcleos urbanos y que ahora, al desaparecer el bullicio del trรกfico y la actividad humana se atreven a adentrarse en ellas en bรบsqueda de comida.

Asรญ, por ejemplo, en los รบltimos dรญas han podido verse incluso jabalรญes merodeando por algunas de las avenidas principales de Barcelona; cabras en Chinchilla (Albacete) e incluso un oso pardo en Cangas del Narcea (Asturias)

Se trata en su mayorรญa de especies consideradas “oportunistas”, que se alimentan de los restos dejados por los humanos, y el fenรณmeno de su recuperaciรณn de las ciudades estรก bien documentado en localidades rurales abandonadas; sin embargo, existen pocos precedentes en los que hayan podido verse tan cerca del centro de ciudades de esta magnitud.

El fenรณmeno no es exclusivo de Espaรฑa; por ejemplo, en Cagliari, Cerdeรฑa (Italia) los empleados del puerto han tenido la extraรฑa suerte de ver y grabar delfines del adriรกtico nadando dentro de sus aguas. En Nara (Japรณn), los ciervos que habitan el parque natural cercano del mismo nombre tambiรฉn se han acercado en manada a sus calles. Incluso, en San Francisco (EE.UU) algunos usuarios de redes sociales aseguran haber divisado a los coyotes que viven en las รกreas verdes de la periferia recorriendo las calles.

https://twitter.com/BuitengebiedenB/status/1240004084633083910

Los animales salen de los parques

Ademรกs de estas especies, que proceden principalmente del exterior de las ciudades, algunos que ya las habitaban han aprovechado la sรบbita calma para salir de sus hรกbitats habituales a explorar y se han dejado ver fuera de los lugares tรญpicos. Asรญ, por ejemplo, durante la primera semana del estado de alarma en Espaรฑa los pavos reales y patos de algunos parques de Madrid han salido del espacio verde hacia las calles vecinas; y en Venecia (Italia) los cisnes se han dejado ver y fotografiar, mientras las aguas de los canales se vuelven mรกs transparentes gracias al descenso del movimiento y la contaminaciรณn y revelan un enorme nรบmero de peces.

Sin embargo, no para todos es una buena noticia la cuarentena. Aquellos que sรญ estaban acostumbrados a convivir con los humanos, y que recibรญan comida estรกn pasando un momento difรญcil al dejar de ser alimentados. En Espaรฑa, este es el caso de palomas, gaviotas o gatos ferales. Tanto es asรญ que algunos han mostrado conductas desesperadas en su bรบsqueda de alimento. En Benidorm, recientemente decenas de palomas blancas rodearon a una mujer que caminaba con un carro de la compra; y en Lopburi (Tailandia) multitudes de monos se pelean violentamente en mitad de las calles por unas pocas frutas.

A pesar de todo, varios expertos han explicado que no es probable que estas especies permanezcan una vez que retorne la normalidad a las urbes. En su lugar, se reajustarรกn a la presencia humana y volverรกn a retirarse hacia las zonas en las que viven normalmente.

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