Los signátidos constituyen un grupo de peces que incluye especies como los caballitos de mar, el pez pipa o pez aguja y a los extraños e increíbles dragones de mar o dragones marinos. Estos últimos son endémicos de Australia y debido a sus características tan peculiares son muy difíciles de estudiar, por lo que la información que existe de ellos es escasa.
Características del dragón de mar
Los dragones de mar son peces marinos que habitan en las costas sur y oeste de Australia. Existen dos especies pertenecientes a dos géneros distintos: el dragón de mar foliado (Phycodurus eques) y el dragón de mar común (Phyllopteryx taeniolatus). Veamos ahora algunas de sus características:
- Tienen largas prolongaciones alrededor de su cuerpo que se asemejan a hojas que le permiten camuflarse y protegerse frente a depredadores simulando ser algas flotantes.
- A causa de su eficaz camuflaje, su presencia en hábitats remotos y su baja abundancia son especies complejas de estudiar, por lo que se sabe poco acerca de su biología.
- Pueden modificar su coloración según la edad, dieta, hábitat e incluso por una situación de estrés.
- Llegan a medir hasta 50 centímetros aproximadamente, aunque su tamaño medio es de 30 centímetros.
- A diferencia de los caballitos de mar, no pueden sujetarse con su cola a diferentes estructuras lo que los vuelve susceptibles cuando el océano está agitado.
- Se desplazan lentamente a través de una aleta pectoral y una aleta dorsal que son casi imperceptibles a la vista.
Suelen encontrarse mayoritariamente solos, pero también pueden observarse en parejas y en grupos.
Tienen un sistema de navegación sofisticado, ya que suelen navegar por varios metros y volver al mismo sitio del que partieron. - Actualmente sufren muchas amenazas debido, principalmente, al ser humano.
Hábitat del dragón de mar y su distribución
Como mencionamos anteriormente los dragones de mar o dragones marinos son endémicos del sur y oeste de Australia. Suelen permanecer en áreas de distribución restringida debido a que se trata de animales sedentarios lo que los vuelve susceptibles frente a los impactos producidos a nivel local.
Suelen habitar a pocos metros de profundidad en aguas templadas, en espacios formados por arena y sobre todo en arrecifes rocosos asociados a bosques de macroalgas y también en ecosistemas formados por praderas o pastos marinos.
Alimentación del dragón de mar
Gracias a su largo hocico que tiene una boca en posición terminal, se alimentan a través de un mecanismo de succión de pequeños crustáceos (como los anfípodos y los misidáceos presentes en el zooplancton) y de larvas de peces. Al no tener dientes ni estructuras involucradas en la masticación, ingieren a sus presas enteras y tienen un gran éxito a la hora de alimentarse debido a la cautela y el camuflaje que usan al acercarse a sus presas.
Reproducción del dragón de mar
Los dragones de mar son ovovivíparos y de forma similar a los caballitos de mar, el macho es quien incuba los huevos en una estructura denominada bolsa incubadora.
La hembra produce una gran cantidad de huevos que deposita en la cola del macho a través de un tubo largo que luego se adhieren a un parche o bolsa de incubación. El macho suele desplazarse hacia sitios menos profundos y que estén al resguardo de los fuertes oleajes al momento de la eclosión. Una vez nacidas, las crías son independientes y ya son capaces de alimentarse de zooplancton.
Depredadores del dragón de mar
Debido a su excelente capacidad de camuflaje, los adultos de los dragones de mar pueden pasar desapercibidos frente a sus depredadores naturales. Sin embargo, las crías recién nacidas de estos curiosos peces presentan una gran variedad de depredadores que son capaces de alimentarse de ellas, lo que disminuye su capacidad de supervivencia.
Estado de conservación y amenazas
La supervivencia de estas especies se encuentra amenazada por la destrucción de los bosques de macroalgas y de los pastizales marinos y, a su vez, por las capturas ilegales para la cría en cautiverio en acuarios y el uso en medicina tradicional ancestral en algunas regiones del mundo. También, al tratarse de nadadores lentos no pueden escapar fácilmente de sus depredadores naturales y son muy vulnerables a la hora de su nacimiento, lo que consecuentemente disminuye sus poblaciones.
Independientemente de estas preocupaciones y de tratarse de especies protegidas, hace un tiempo las investigaciones y publicaciones científicas sobre los dragones de mar eran prácticamente nulas, por lo que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) catalogaba a las poblaciones de estas especies como “sin datos suficientes” lo que significaba que no existía suficiente información para valorar su estado de conservación.