El mono tití con cara de payaso avanza hacia la extinción

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El mono tití de cabeza amarilla no supera los 2500 individuos dispersos en fragmentos cada vez más pequeños de la Mata Atlántica de Brasil. Está camino a la extinción. 

Se enfrenta a una variedad de amenazas, desde la fiebre amarilla hasta el cambio climático, pero la mayor amenaza es la hibridación con otras especies de titíes liberados en su hábitat que proceden del comercio de mascotas.

La especie es apenas conocida por los lugareños en su Brasil nativo y hasta hace muy poco casi no recibía la atención directa de los conservacionistas.

Esto fue hasta que Rodrigo Salles de Carvalho y su grupo, Programa de Conservación de los Titíes de Montaña (MMCP, por sus siglas en inglés), decidieron centrarse en la especie hace unos años. El MMCP lleva tiempo trabajando en la conservación del tití de orejas blancas (Callithrix aurita), que habita en regiones parecidas, y cuanto más aprendían sobre el tití de cabeza amarilla más se preocupaban.

A lo largo de los últimos años, Carvalho, su equipo del MMCP y otros colaboradores han llegado a darse cuenta de que el tití de cabeza amarilla tiene un fatídico problema. La Lista Roja de la UICN cambió recientemente su estatus a En Peligro Crítico, y los científicos estiman que su población no supera los 2500 animales (y probablemente sea menos que eso).

Este tití con cara de payaso triste no solo está entre los mamíferos más amenazados en Brasil, probablemente sea uno de los primates más amenazados en todo el mundo.

El tití de cabeza amarilla se parece un poco a un payaso envejecido: las manchas negras alrededor de los ojos un poco difuminadas, como si las manos le temblasen cuando se ponía el maquillaje, y el pelo que sobresale a los lados como una fregona despeinada.

“Tienen un atuendo café mocha encantador”, dice Carvalho. “Intercambiar miradas… con [sus] ojos bastante vívidos es una experiencia excepcional”.

En primer lugar, estos titíes viven en una pequeña región de la Mata Atlántica de Brasil —uno de los ecosistemas en mayor peligro del planeta, donde solo entre el 11 y el 16 % del ecosistema perdura—. Además: la especie está siendo golpeada por la fiebre amarilla, el cambio climático y, lo peor de todo, la hibridación con especies de titíes invasivas, un problema reciente que podría resultar ser la perdición del tití de cabeza amarilla.

La especie necesita acción rápida y agresiva para salvaguardar su supervivencia, pero eso requiere dinero y apoyo. Dado que poca gente ha oído hablar de este animal, Carvalho dice que su grupo tiene dificultades para obtener la financiación necesaria. Además, el gobierno brasileño del presidente Jair Bolsonaro no se ha mostrado muy propicio a la conservación y los asuntos medioambientales.

El tití payaso triste

Los titíes son un grupo diverso de 22 especies de monos pequeños que se encuentran en América del Sur e incluye a los monos más pequeños del mundo (los titíes pigmeos occidentales y orientales, Cebuella pygmaea y Cebuella niveiventris). Son parte de la familia Callitrichidae, la cual incluye otros monos extraordinariamente pequeños, los tamarinos.

El tití de cabeza amarilla es único por muchas razones. Primero, como ya se señaló, su color lechoso y sus marcas son bastante llamativas. También es uno de los dos únicos titíes que se sabe que habitan zonas de gran altitud, de alguna manera capaces de sobrevivir en alturas gélidas. Por último, tiene el rango de distribución más pequeño de cualquier tití, vive en solo 28 500 kilómetros cuadrados de los estados de Espírito Santo y Minas Gerais en el sudeste de Brasil.

Los titíes de cabeza amarilla también tienen un paladar variado, comen fruta y resina, pero también muchos insectos, aves pequeñas, ranas e incluso huevos. Estacionalmente, según han mostrado los estudios, al tití de cabeza amarilla ¡incluso le gustan los hongos!

Sin embargo, ver a los pequeños monos en la naturaleza es casi imposible.

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