El colibrĂ se encuentra entre una serie de criaturas pequeñas, incluidos ciertos murciĂ©lagos, que pueden entrar en un estado conocido como letargo diario, un fenĂłmeno en el que reducen su metabolismo y temperatura corporal para ahorrar energĂa.
A diferencia de la hibernación, este no es un estado prolongado: después de una noche en letargo, la tasa metabólica del colibrà aumenta nuevamente, con una temperatura corporal que alcanza los 40 ° C.
Los colibrĂes han batido otro rĂ©cord: no solo son diminutos, sino que pueden alcanzar temperaturas corporales inferiores a las de cualquier mamĂfero que no hiberne y cualquier otra ave.
Ahora, los investigadores que estudian seis especies de aves brillantes en los Andes, a unos 3.800 metros sobre el nivel del mar, han descubierto que la temperatura corporal del colibrà cola de metal negro puede descender hasta 3,3 ° C.
El profesor Andrew McKechnie, de la Universidad de Pretoria, Sudáfrica, coautor del estudio, dijo que el letargo era vital para la supervivencia de los colibrĂes, ya que habrĂan tenido que quemar grandes cantidades de energĂa para mantener una temperatura corporal de alrededor de 40 ° C durante las frĂas noches andinas. “No podrĂan almacenar suficiente grasa al final del dĂa para proporcionar suficiente combustible para toda la noche”, dijo.
McKechnie dijo que con el nuevo estudio que revela que las temperaturas corporales de los colibrĂes podrĂan caer a las más caracterĂsticas de los animales en hibernaciĂłn, podrĂa ser que las diminutas criaturas no solo pudieran entrar en letargo, sino tambiĂ©n hibernar. “SerĂa una gran noticia si lo hicieran”, dijo McKechnie. “Solo se ha informado de un hibernador aviar”.
McKechnie dijo que los mecanismos detrás del letargo eran de interĂ©s para aplicaciones biomĂ©dicas. “En un momento, la NASA se preguntaba seriamente si serĂa posible inducir un estado de letargo, o un estado de hibernaciĂłn, en los seres humanos, para ir más allá de la vecindad de la Tierra”, dijo.
Escribiendo en la revista Biology Letters, McKechnie y sus colegas informaron cĂłmo en PerĂş en marzo de 2015 capturaron 26 colibrĂes de seis especies diferentes y los colocaron en tiendas de campaña sin comida durante al menos una noche, rastreando los cambios en la temperatura corporal y la masa. Las temperaturas del aire cayeron hasta 2,4 ° C.
El equipo encontró que 24 de las 26 aves, que abarcan las seis especies, entraron en letargo; sin embargo, su temperatura corporal más baja variaba entre individuos y especies.
La temperatura corporal de un colibrĂ cola de metal negro cayĂł a solo 3.3 ° C, lo que, dijeron, no solo era un rĂ©cord para los colibrĂes, y de hecho para todas las aves, sino que era más bajo que el rĂ©cord para los mamĂferos que no hibernan. El rĂ©cord anterior para las aves fue de 4.3 ° C, reportado para el chotacabras, la Ăşnica especie de ave que se sabe que hiberna.
El tiempo en letargo variĂł: el colibrĂ gigante pasĂł en promedio 5,7 horas en letargo por la noche, en comparaciĂłn con 10,6 horas para el cola de metal negro. Cuanto más tiempo pasen los colibrĂes en letargo, menor será su pĂ©rdida de masa corporal.
McKechnie dijo que un análisis más detallado mostró que las diferencias en el letargo entre las diversas especies estaban, al menos en parte, enraizadas en la evolución. “Hay diferentes especies que utilizan diferentes patrones [de letargo], a pesar de que todas están en condiciones comunes en el mismo sitio, experimentando el mismo clima”, dijo.