“¡Ella era nuestra amada mascota! Se llamaba Magui y acaba de morir. Era viejita y le tenía terror a la pirotecnia. No sabíamos dónde más meterla mientras otros se divertían, ella la estaba pasando muy mal. Le agarró un ataque, llamamos a todos los veterinarios de Esquel para que nos ayuden ¡y ninguno nos atendió! La perra murió en los brazos de mi hijo, rogándome que llame a alguien para que la viniera a auxiliar”.
Así hizo su descargo Antonella Modasjazh luego de ver cómo Magui perdía la vida lentamente mientras su hijo mayor la abrazaba para contenerla.
El amor que el joven le expresó a la perrita bóxer no fue suficiente para que su corazón resistiera y murió entre sus brazos.
El caso se hizo viral este fin de semana luego de que lo compartiera en sus redes la organización ADAE “Adoptá-Esterilizá-Educá” junto al escrito de Antonella, que compartió su dolor tras la pérdida de su perra junto con fotos del triste momento.
En las tristes imágenes se ve a Magui siendo contenida en los brazos de su hijo mayor a causa de los ruidos de las explosiones.
Pero además, la mujer hizo un llamado reflexivo sobre la realidad que padecen las personas que viven con animales y que tienen urgencias en sus casas: “Llamamos a todos los veterinarios de Esquel para que nos ayuden ¡y ninguno nos atendió!”, se queja, y termina: “Les pido, por favor, dos cosas: pirotecnia cero; veterinarios, hagan urgencias”.