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España: Liberan 265 kilos de pulpos vivos que fueron pescados ilegalmente

La Guardia Civil ha liberado en la costa de Santoña (España) 265 kilos de pulpos vivos atrapados en más de 500 nasas ilegales de pescadores furtivos, que aprovechaban la noche para recoger las capturas y dejar nuevas trampas en el fondo del mar, evitando así sospechas al no llevarlas en su pesquero hasta el puerto.

El patrullero Río Nervión de la Guardia Civil fue el que detectó un pesquero, en el momento en el que izaba la línea de tubos con los ejemplares, tras iniciarse una operación, denominada “Santolagarro”.

Los tres tripulantes del barco se enfrentan a multas, de entre 601 a 60.000 euros, por mariscar en horarios no permitidos, por el volumen de las capturas halladas y por la pesca con arte prohibido no habilitado en el Cantábrico, según informa en nota de prensa el Instituto Armado.

Cuando la Guardia Civil abordó de la embarcación, los agentes encontraron en la cubierta una veintena de “tubos pulperas” y más de una docena de octópodos de diferentes tamaños.

Inmediatamente, ordenaron al patrón del barco que prosiguiese con el levantando la línea de aparejo con la idea de limitar el efecto lesivo a este especie, arrojando los ejemplares vivos por la borda.

También comprobaron que los pescadores derramaban una disolución de amoniaco en el interior del tubo para agilizar la extracción del pulpo, pese a que es nocivo para el animal.

Tubos ilegales para la captura

Según cuenta la Guardia Civil, los pulpos se quedaban atrapados en esos tubos ilegales fabricados en PVC, a modo de nasas, y no como establece la normativa en soporte metálico, con dimensiones específicas y forma rectangular y con una malla o red a su alrededor para que las hembras ovadas puedan salir tras depositar los huevos.

Las trampas con carnaza se ataban unas con otras antes de echarlas al fondo del mar, entre los 25 y 40 metros de profundidad, lecho ideal en esta bahía de la zona oriental de Cantabria para la captura de esta especie, porque al predominar la arena y no las rocas los pulpos entran allí para protegerse.

Además, el patrón de la embarcación y un familiar suyo que estaba con él a bordo se enfrentan a otras infracciones graves, el primero por no tener enrolado a un tripulante y al segundo por estar faenando sin estar enrolado para estos efectos, con multas de hasta 120.000 euros.

Mediante instrumentos instalados en los patrulleros Río Nervión y Río Guadalhorce se localizaron y rescataron durante una semana 567 tubos, además de devolver al mar con vida unos 265 kilos de pulpo.
Las investigaciones, que continúan abiertas, comenzaron este verano tras el aviso por parte de ciudadanos de que se estaban capturando pulpos de forma ilegal en la bahía de Santoña y Laredo.

La Guardia Civil ha alertado de que este arte ilegal de pesca está provocando la existencia de menos ejemplares de pulpo en las aguas y que cada vez sea de menor tamaño.

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