Kelontre Barefield, un joven de 22 años, se enfrentó en enero de este año a tiros con la policía de Ohio, Estados Unidos, tras robar un supermercado. En el enfrentamiento participó un perro policía, un ovejero alemán llamado Jethro, que recibió tres disparos. Murió pocas horas después.
Ahora, el juez Kistin Farmer declaró culpable al joven de 22 años y lo condenó a pasar los siguientes 45 años privado de su libertad: 34 por asesinar a Jethro y otros 11 por varios delitos menores.
La historia del oficial k-9, como se llaman a estos oficiales caninos, conmovió a la sociedad norteamericana. ‘Me gustaría cambiar mi lugar con el de él. No puedo aguantar el dolor de perderlo’, confesó con tristeza Ryan Davis, su compañero de trabajo.
La Asociación de Policías K9 creó una estatua en conmemoración al oficial caído. Incluso, días después de su muerte, varios vecinos de su ciudad hicieron una vigilia en reclamo de justicia.