El nombre científico es Farlowella azpelicuetae.
Se trata de una de las tantas y conocidas “viejas del agua” que habitan esta cuenca fluvial. El Bermejo es uno de los ríos más importantes en la zona norte argentina. Se extiende desde Bolivia y llega hasta Paraguay y desemboca en el Río de la Plata. De sus aguas viven y pescan miles de personas, cientos de comunidades aborígenes. También hay una variedad grande de peces que hasta ahora la ciencia occidental no ha reconocido. Este era el caso de esta “nueva especie” ahora clasificada por científicos tucumanos del CONICET.
La Farlowella azpelicuetae fue bautizada por sus identificadores: Guillermo Terán, Gastón Aguilera y Marcos Mirande. El hallazgo fue publicado por la revista “Neotropical Ichthyology”. El primer nombre indica el género que en este caso refiere a los peces que comúnmente llaman “viejas”. El segundo nombre es un homenaje a Mercedes Azpelicueta, ictióloga del Museo de La Plata, que dirigió el doctorado de los tres.
Las características de este pez analizadas por estos científicos, nos muestran que mide unos 20 centímetros; su cabeza “tiene un hocico prominente y levemente espatulado”, y como sucede con todas “las viejas del agua”, la boca está ubicada hacia abajo (“ventralmente”). Su larga cola se divide en dos al final. Suelen mimetizarse con las ramas que flotan en el agua y muy probablemente se alimentan de ellas. Este sería el único representante del grupo de Farlowella nattereri (compartiría un ancestro evolutivo) en el sistema del Río de la Plata.