Entre 950 y 1.200 orangutanes, según cifras oficiales, viven en Sungai Putri, una zona de cerca de 57 mil hectáreas del distrito Ketapang, en la provincia de Borneo Occidental, dominada por una turbera y de una gran biodiversidad.
‘Es la tercera población más grande de la provincia y una de las mayores de Borneo y del mundo’, afirmó Karmele Llano Sánchez, veterinaria oriunda de Bilbao que dirige la organización conservacionista International Animal Rescue.
En los últimos 10 años más de 50 orangutanes han sido rescatados en el bosque de Sungai Putri y sus alrededores por la organización que lidera la doctora, que llegó al archipiélago en 2003 como voluntaria en varios centros de rehabilitación para animales salvajes.
En esa zona, el gobierno indonesio aprobó en 2015 una concesión de 40.000 hectáreas a la empresa indonesia PT Mohairson Pawan Khatulistiwa para llevar a cabo una plantación de madera industrial en la mitad del terreno y efectuar tala selectiva de bosque en la otra mitad.
Sin embargo, la ministra de Medioambiente y Bosques, Siti Nurbaya Bakar, congeló el proyecto en marzo del año pasado después de que varios informes revelaran la construcción de canales para drenar la turbera que amenazaban el ecosistema del bosque y la población de orangutanes.
A pesar de la decisión del Gobierno, una investigación de Greenpeace publicada el martes reveló operaciones de tala ilegal dentro de la concesión de PT Mohairson Pawan Khatulistiwa en al menos 6 campamentos que operan de noche e ‘incluso cerca de nidos de orangutane’.
‘No está claro si la tala se lleva a cabo por MPK o por terceros que se aprovechan de las carreteras que la compañía ha construido’, manifestó Greenpeace.